Avance de España por Santiago Carbó

En las últimas subastas del Tesoro se viene repitiendo la dinámica de emitir el doble de lo previsto y a tipos de interés más reducidos que en emisiones precedentes comparables. En términos simples, la situación de los mercados de deuda ha mejorado algo en términos relativos respecto a los sobresaltos del otoño de 2011. En la coyuntura que precedía a la subasta de ayer –en la que se doblaron las emisiones provistas de 5.000 hasta casi 10.000 millones de euros–, pesaban algunos cambios recientes, como la percepción de un avance y de una hoja de ruta hacia la austeridad presupuestaria en España, a los que hizo una referencia ayer Mario Draghi.

También se deja notar la tímida pero esperada primera declaración explícita de Merkel sobre la importancia de orientar recursos hacia el crecimiento económico. Y, por supuesto, en estas semanas, tienen una ponderación muy importante las decisiones del Banco Central Europeo respecto a la «barra libre de liquidez para los bancos». La creciente demanda de deuda española tiene también un componente explicativo en el atractivo de estos títulos entre los inversores minoristas, dadas sus rentabilidades respecto a otros productos de ahorro.

Esta coyuntura favorable no supone que se pueda cantar victoria y serán muchos los esfuerzos y retos que la Eurozona tendrá que afrontar en 2012, con la vista puesta en alcanzar un acuerdo fiscal en torno al Mecanismo de Estabilidad Europeo que pudiera cerrar el círculo del riesgo soberano y, progresivamente, reducirlo. Entre tanto, se han producido operaciones intermedias –las últimas, las de liquidez del BCE– que han permitido evitar situaciones límite. En España, parece preciso profundizar y acelerar las reformas, porque de este modo se podrá ejercer mayor presión a la baja sobre el coste de la deuda.

Santiago Carbó
Catedrático de la Universidad de Granada