Valencia

Bellver calvario injusto

La Razón
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No termino de entender la actuación de la Justicia en algunas ocasiones, como la que se ha desarrollado con el concejal de Urbanismo de Valencia, Jorge Bellver. Se le está haciendo padecer un calvario innecesario y probablemente injusto, al haberse admitido una presunta culpabilidad por la vía penal cuando su inocencia parece evidente respecto a un delito de prevaricación, ya que su tipificación responde: «... A SABIENDAS de su injusticia, dictare una resolución arbitraria ...».
 Un concejal, en este caso Bellver, que recibe un expediente con todos los informes de sus funcionarios favorables y se descubre después que faltaba un documento de Patrimonio, podría ser acusado de descuido, en el peor de los casos, pero jamás de prevaricación -¿dónde cabe lo de A SABIENDAS ...?-, menos aún si, además, firmó como sustituto por ausencia del edil titular.
A veces pienso que los jueces deberían meditar un poco más sobre las consecuencias de sus decisiones, sobre los perjuicios irreparables que ocasionan si, más tarde, los acusados resultan inocentes.
Siempre he tenido la convicción de que la Justicia, además de a los Códigos, debe responder a la proporcionalidad y a la racionalidad. Así es la vida.