Bankia

«Cocos» para ayudar a Bankia

La Razón
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MADRID- Bankia tendrá una solución particular para sus problemas que están articulando a toda velocidad técnicos de Ministerio de Economía y del Banco de España. Las exigencias de la reforma financiera aprobada por el Gobierno el pasado mes de febrero tienen que cumplirse a más velocidad de la deseada por la entidad que hasta ayer presidía Rodrigo Rato y también por el resto de las entidades que aún no han satisfecho las necesidades de provisiones adicionales para los riesgos inmobiliarios, aunque hayan anunciado que lo harán a lo largo del año, tal y como exigía el real decreto-ley.

Hasta el momento de producirse la dimisión de Rato, Bankia negociaba desde hace semanas un saneamiento adicional de su balance después de un esfuerzo de casi 29.000 millones de euros desde el año 2010. En concreto, se barajaba una ayuda pública de alrededor de 7.000 millones de euros para restablecer su ratio de capital principal (9% sobre activos ponderados por riesgo) tal y como exige la European Authority Banking (EBA). El saneamiento y el cumplimiento se las exigencias de capital antes del 30 de junio próximo eran imposibles, por lo que Bankia negociaba una solución puente –ayudas públicas temporales por unos meses– para seguir su camino en solitario.

Ahora, la solución no puede ser muy diferente. La exposición de Bankia al sector inmobiliario –31.517 millones de euros– requiere medidas urgentes para fortalecer el balance.
Bankia necesita entre provisiones adicionales y «buffer» de capital otros 2.630 millones de euros en este ejercicio. Desde la publicación de la reforma financiera, Bankia ha recaudado 1.304 millones de euros con la recompra de acciones preferentes y deuda, recompra de bonos de titulización y obligaciones subordinadas, así como la venta de participaciones en BME y Mapfre América.

El saneamiento de Bankia provendrá de una inyección pública de al menos 7.000 millones de euros en forma de bonos convertibles contingentes («cocos» en la jerga financiera), unos instrrumentos que se convierten en acciones a medida que el capital baja de unos determinados niveles. Se trata, en definitiva, de un préstamo que hay que pagar a tuipos de interés que podrían estar entre el 7,5% y 8%.

 

31.517 millones de «ladrillo»
El gran lastre de Bankia es, sin duda, su abultada cartera de créditos morosos vinculados al sector inmobiliario. La entidad acumula en su balance una cartera de 31.517 millones de euros en préstamos morosos asociados al ladrillo y en activos adjudicados por impago de créditos. Su morosidad en el ladrillo es del 28%, aunque el banco tiene en sus arcas 8.300 millones de euros en provisiones.