Granada
Expediente García Lorca
Molina Fajardo fue uno de los mejores periodistas del siglo pasado y entre otras investigaciones ahondó en el asesinato de Lorca. El resultado fue un magnífico libro que apareció póstumamente en 1983, «Los últimos días de García Lorca». Almuzara lo reedita tras casi tres décadas descatalogado y convertido en un trabajo de culto.
Cuando murió en 1979, su obra estaba inacabada. Quedó una copiosa documentación. El resultado es un volumen con entrevistas a testigos de los hechos, aparte de un ingente número de papeles con datos reveladores. A diferencia de otros investigadores, como Brenan, Couffon o Gibson, Molina Fajardo vivía en Granada desde su infancia y tenía buenas amistades entre los círculos falangistas. Inició sus pesquisas a mediados de los 60 accediendo a fuentes hasta entonces vetadas. Y partía de una premisa ingenua: Falange no habría estado implicada en el crimen, algo que no es cierto, puesto que el gobernador civil de Granada, José Valdés, el hombre que ordenó matar a Lorca, era falangista. Hablan los custodios de Lorca antes de su ejecución y sus compañeros de infortunio, como Pedro Cuesta Hernández. Molina sacó también detalles clave; así, los nombres y apellidos de los asesinos, y llegó a reunir las listas de asesinados en las tapias del cementerio y en el barranco de Víznar.
✕
Accede a tu cuenta para comentar