Infraestructuras ferroviarias

Un paisaje cada vez más europeo

El paisaje urbano de nuestra ciudad está cambiando y más terrazas podrían salir a la calle desde ya, sin importar si es verano o invierno. Madrid podría convertirse en la nueva París y adaptarse, así, a la estética europea.

Mesas y sillas ocupan cada vez más la vía pública al modo de los «bistrot» franceses
Mesas y sillas ocupan cada vez más la vía pública al modo de los «bistrot» franceseslarazon

El mismísimo alcalde declaró hace pocos días que ve con buenos ojos que haya más terrazas en los bares de Madrid, y reconoció que «lo favorecerá en todo lo posible». Gallardón está convencido de que la prohibición de fumar en los bares cambiará el paisaje de la ciudad y ya se imagina una ciudad llena de terrazas todo el año como en otras ciudades europeas.

Esta iniciativa de crear terrazas de invierno y aumentar el número de las ya existentes para acomodar a la clientela fumadora, se verá favorecida por el clima más suave que en otros lugares. Es un punto a favor que invita a salir a la calle, a diferencia de otras ciudades vecinas que luchan contra el frío.

La Ley Antitabaco va a modificar la estética de nuestra ciudad como consecuencia de la prohibición de fumar en los establecimientos cerrados, y muchos bares ampliarán su espacio de negocio usando espacio público, previa solicitud al Ayuntamiento, y respetando la normativa. Otra condición será evitar que se produzcan saturaciones que dificulten el tránsito de los peatones. Este fenómeno, requerirá el uso de nuevos elementos, como las estufas, que llenan las terrazas de muchas ciudades de Europa.

 «Puede ser una buena oportunidad para que algunos negocios crezcan, si hay anchura suficiente en la calle, pero los que no cuenten con espacio, no se van a beneficiar de esta medida», explicaba Paco, propietario de un bar que prevé la ampliación de su negocio.

Pero hay otros hosteleros que se muestran reacios a esta iniciativa, pues las licencias para establecer las terrazas en la vía pública pueden suponer para muchos un coste demasiado elevado. La asignación de un permiso para abrir una terraza depende del tipo de local, de la calle, del distrito o del número de clientes. Otros empresarios no entienden la contradicción que supone la normativa que intenta acabar con la contaminación acústica ya que, según dicen, las terrazas son una de las principales fuentes de quejas vecinales. En cuanto a la concesión de licencias, se mostraron satisfechos por las declaraciones del alcalde en las que aseguraba que se acelerarían los trámites para permitir que se instalaran más terrazas en las calles de la capital.