Japón
Toni Elías: «Esta categoría es muy salvaje»
Si algún calificativo le puede venir como "anillo al dedo"al flamante campeón del mundo de Moto2, el español Toni Elías (Moriwaki), éste no puede ser otro que el título a la perseverancia.
Hace menos de un año, Toni Elías estaba a punto de apuntarse al paro. Su talento no era suficiente para ningún equipo importante de MotoGP. Nadie estaba interesado en él para 2010 y los pocos que estaban dispuestos no tenían los medios adecuados para convencer al catalán. La única opción era dar un paso atrás y volver con más fuerza. Era un riesgo, Toni apostó, ayer ganó y a partir de hoy comenzará cobrar los beneficios. Es seguro que en 2011 estará otra vez en la cilindrada de las motos grandes, que no son más fáciles de conducir que las Moto2: «Una GP tiene mucha potencia y cuesta dominarla, pero los controles de tracción te facilitan el trabajo. En Moto2, todo lo tienes que gestionar tú, tanto el embrague a la entrada de la curva como el acelerador a la salida. No puedes fallar, porque después del error no viene la ayuda electrónica, viene un golpe importante».
–Su categoría parece una locura, ¿es tan complicada como se puede intuir desde fuera?
–Hay mucha igualdad y tiene un factor que no tienen las otras: el riesgo. Somos 40 pilotos, cuatro por línea, así que o te clasificas bien o... El día que peor lo pasé fue en Silverstone. Salí el 22º, al terminar la primera vuelta iba 25º, y me pasé la carrera recibiendo golpes de carenado y embestidas. Yo decía: «Madre mía, esto no es una carrera de motos, es la selva. Esta categoría es muy salvaje y nunca sabes lo que te puede pasar.
–¿Fue muy duro tomar la decisión de descender un peldaño?
–Mal no lo pasé, pero me sentía impotente e indignado, porque hay pilotos ahí arriba con motos oficiales que no han hecho más que yo. Pero luchando todo llega y a mí me va a llegar mi oportunidad en MotoGP.
–¿Las ganas de demostrar que se equivocaron le han motivado para conseguir el título?
–No soy vengativo y tampoco he sentido nostalgia. En su momento pensé: «La vida me ha llevado a coger este camino, Moto2. Vale». Lo asumí muy bien y dije, venga, el objetivo es ganar el título, y nos pusimos a trabajar. Ahora ya tenemos el objetivo y sólo quiero pensar en disfrutar.
–¿Se ha pasado a pensar en qué hubiera sido de usted si le hubiese ido mal?
–Tuve claro desde el principio, que en Moto2 sólo me valía estar delante y luchar por el Mundial, porque podía haber un camino de ida, pero no de vuelta. Era consciente de que corría un riesgo.
–¿Se le pasó por la cabeza en algún momento dejarlo todo?
–No, nunca. Me encanta este trabajo, incluso en los momentos muy difíciles, la satisfacción de salir de ellos trabajando día y noche si hace falta me llena mucho. Y no sólo como deportista, también como persona.
–¿Ha alcanzado la plenitud como piloto?
–El Toni de este año ya estaba el pasado, era bastante maduro y sabía lo que quería. La diferencia es que no llegaban los resultados. Pero bueno, ahora se ve reflejado y no voy a negar que estoy en un gran momento. Me siento bastante fuerte mentalmente, lo que no quita para que mañana salga y haga una novatada.
–Con Rossi en Ducati, Lorenzo como campeón y Pedrosa muy fuerte, va a ser un lujo competir en MotoGP el próximo año.
–En MotoGP hay que estar siempre. Yo soy currante y espero tener una moto competitiva y hacerla ganadora.
–¿Se ve repitiendo una celebración como la de Malasia, pero en la máxima categoría?
–Con los pies en los suelo, sé que es complicado por la situación y cómo está el mercado, pero sigo pensando que en el futuro va a llegar una oportunidad. Tengo talento para estar ahí delante, si no, no habría podido ganar un mano a mano a Rossi.
Los padres de Toni, estrellas por un día
Toni Elías fue uno de los grandes protagonistas de la jornada en Sepang, pero no menos que su familia. Su padre, su madre, Mei, que cumplía años ayer, y su hermana Laura acapararon muchos minutos en la retransmisión de Televisión Española, que siguió con ellos los momentos posteriores al éxito de su «chico». A Japón no viajaron, pero en Malasia sabían que habría cosas que celebrar. «Es un triunfo familiar, sin estas tres personas que han estado siempre a mi lado no habría sido posible. Ellos han vivido mis momentos malos y también los felices, así que una parte del éxito es suya», repetía el catalán cuando le preguntaban por las dedicatorias. Una muy especial se fue al cielo, desde donde le miraban Tomizawa y su tío Juan: «Hace cuatro años que nos dejó y al cruzar la meta he pensado en él». Para su padre, Toni Elías senior, fue el agradecimiento deportivo. Fue varias veces campeón de España de motocross y se encargó de subirle por primera vez a un vehículo de dos ruedas.
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