Un atractivo por descubrir por Ana Locking

 Sabe cómo proyectar carisma, fortaleza o personalidad. Sus gestos y palabras van envueltos de tal carácter y convicción que hasta la declaración mas sencilla se cubre de sobrada argumentación.

Ella es una de esos políticos que no parece, o aparenta, pertenecer al cerrado ambiente político, quizá porque viste más cercana a una periodista que a una diputada, reflejo de su pasado como corresponsal, eso marca el estilo todoterreno de mirada grave y profunda del periodista. Éste es su gran carácter, pero su forma de vestir a menudo no está a la altura del mismo.
lVersátil todoterreno
Tiene buen tipo como para vestir como le plazca, pero su «outfit» favorito se limita al uso de entallados «jeans» pitillo, tacón de media altura y «blazer» con camiseta. Un «look» que la prepara para estar lista ante cualquier imprevisto diario. Suspende en los actos más sobrios y rigurosos por falta de ciertos toques de elegancia.
l Por fuera y por dentro
Es una mujer atractiva y podría sacarse un gran partido si tuviera en cuenta el poder de la imagen y prestara algo de atención a los complementos. Cambiaría una imagen desgarbada por otra no sólo mucho más atractiva e intelectual.
l Su estilo
Apuesta por un clásico-sport sin concesiones y también por hacer suyos toques de vanguardia. Tampoco encontraremos en su armario complementos para sus «outfits», como collares, broches o pañuelos que no cumplan la función de proteger o abrigar. No hay ninguna concesión a nada que no responda a la etiqueta de practicidad.
l Mi consejo
Debe enfocar su imagen en una sola dirección, es decir, cada «look» debe tener una sola lectura. No se suele proyectar una imagen coherente cuando se mezclan varios estilos, como el llevar una prenda tan de sport como una «feather jacket», cazadora de plumas, con una camisa de vestir y unos zapatos de punta y tacón.

OTROS«LOOKS»
Sus «looks» resultan muy inconstantes en la capacidad de acertar o no en la vestimenta que debe lucir en cada momento. Barkos no suele dedicarle mucho tiempo a su aspecto ni tampoco a su forma de vestir, y este déficit se aprecia en numerosas de sus apariciones públicas. Estos dos casos resultan más propios de un domingo cualquiera por la mañana a la hora de tomar el aperitivo que para ofrecer la imagen que se espera de una diputada durante los diferentes actos a los que debe asistir.