Navarra

Tiempos de templanza

La Razón
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Tras el comunicado de ETA conviene enfriar las cosas, sin apresurarse. La rapidez con la que Patxi López anuncia una mesa de partidos es inoportuna, por cuanto otorga gran protagonismo a Bildu y a quienes reiteran que el «conflicto» no ha terminado. La inicial euforia ante la nota de los etarras, escondidos bajo sus capuchas y las sempiternas soflamas independentistas, ha de tornarse en una exquisita prudencia. Zapatero, Rubalcaba y Rajoy deben practicar el arte de la cautela ante un escenario muy delicado, todavía no cerrado.

Personas tan conocedoras del mundo «abertzale» como Mikel Buesa o Teo Uriarte, coinciden en que ahora procede esperar con calma. El primero, ilustre profesor y hermano del histórico dirigente socialista Fernando Buesa, asesinado por ETA, aconseja no cantar aún la victoria final. El segundo, un ex etarra procesado en el Proceso de Burgos, junto al ya desaparecido Mario Onaindía, conoce bien las entrañas de la banda y su poderosa estrategia mediática. Ante ello, se precisa mucha inteligencia política y no mover ficha equivocada. Dejar de matar no significa renunciar a las tradicionales exigencias de independencia o anexión de Navarra.

La convocatoria del lendakari no va en esa dirección, puesto que la política penitenciaria corresponde al Gobierno de la Nación. Desfilar ahora por Ajuria Enea concede a Bildu titulares mediáticos a diario y un horizonte favorable a su marca electoral, Amaiur. Por vez primera, los candidatos de los dos grandes partidos, Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy, tienen algo en común: ambos han sido ministros del Interior. Recordemos a San Ignacio de Loyola. En tiempos de mudanza, quietud y templanza.