Tercer aviso del Rey ante la gravedad de la crisis

Las llamadas de Su Majestad el Rey a la unidad ante los problemas de España es, desde siempre, una tónica general en sus discursos. Don Juan Carlos ha apelado al esfuerzo común ante el terrorismo, ante las tragedias y ante los retos de nuestro país en muchas de sus alocuciones. Y, como no podía ser de otra manera, también lo hace con la crisis económica y laboral. Ayer volvió a hacerlo, un día antes de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el del PP, Mariano Rajoy, se sienten juntos después de dieciocho meses a hablar de economía. Durante su discurso con motivo de la celebración del 1.100 aniversario del Reino de León, el Monarca no dudó en resaltar el «espíritu de convivencia y afán de modernización son las claves de la construcción de la España democrática que, todos juntos y con mucho esfuerzo, hemos sabido y querido edificar en torno a nuestra Constitución». Homenajeando de este modo a «quienes supieron enriquecer nuestra historia y nuestra convivencia», Don Juan Carlos vaticinó que España podrá seguir progresando «con el esfuerzo, la determinación, la capacidad de entendimiento y el compromiso de todos». En medio de la tormenta económica que vive Europa estos días por el plan de rescate a Grecia, y con unos datos de desempleo que ya superan el 20 por ciento de la población activa, el Rey reiteró su «profunda convicción de que debemos trabajar juntos para superar la crisis y recobrar una dinámica de crecimiento, empleo y mayor bienestar». El llamamiento, que no es nuevo, concluyó apelando al «orgullo colectivo» y a la «grandeza de miras» para avanzar en esa dirección. Don Juan Carlos, además de mantener reuniones frecuentes con los principales actores económicos, políticos y sociales, que se han intensificado desde que comenzó la crisis, ha hecho referencias claras en varios discursos a la necesidad del trabajo conjunto para superar esta situación. Las dos últimas más reseñables han tenido lugar en febrero y en diciembre, durante el tradicional mensaje de Nochebuena. En ambos casos, el Rey apeló a hacer «grandes esfuerzos» y a «superar tensiones y divisiones», al tiempor que invitaba a los principales agentes económicos a sumar voluntades y remontar la situación de España.