Castilla-La Mancha

González culpa a Aznar del rearme de ETA y éste al Gobierno de dejarla estar en las urnas

Duros y directos. Ayer, los dos ex presidentes del Gobierno Felipe González y José María Aznar dieron una lección política a cara de perro a sus sucesores. Y es que ambos entraron en materia de forma ruda y sin tapujos demostrando que ellos sí son capaces de hacer la campaña que ni Zapatero ni Rajoy se atreven a protagonizar.

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El primero en saltar a la yugular del contrario fue el ex presidente socialista, que tuvo que acudir en auxilio del PSOE para llenar un pabellón en Madrid. Fue en el barrio de Aluche, donde González ofreció un duro discurso en clave nacional. La lucha contra ETA, la autoría del 11-M, así como la crisis económica o la legalización de Bildu centraron el discurso de González en su intervención en la campaña de Tomás Gómez y Jaime Lissavetzky.

González acusó a Aznar, Álvarez Cascos y a Mayor Oreja de haber «permitido el rearme» de la banda terrorista durante la tregua del 98. «Los mismos que me machacaron por tener dudas en la lucha contra ETA ahora exaltan la operación Ben Laden», añadió el ex presidente, quien aseguró que el PP ha «llegado muy bajo» en su crítica al Tribunal Constitucional por volver a introducir a Bildu en la lucha por los votos.

La autoría del 11-M centró también buena parte de su intervención en el mitin: si el PP «hubiera dicho la verdad habrían ganado las elecciones aunque las encuestas estuvieran en su contra». Así, añadió que «ante el horror, habrían recibido un apoyo total de todas las fuerzas políticas».

La respuesta del PP no tardó en llegar y de qué manera. Fue su eterno rival y el que le arrebató la corona quien se encargó de contestarle como se esperaba. Contundente, Aznar acusó el Ejecutivo de ser el responsable de que ETA vaya a volver a presentarse a las elecciones a través de las candidaturas de Bildu y prometió que el PP volverá a echar a los terroristas de las instituciones.

El ex presidente del Gobierno se encontraba junto a la candidata en Castilla-La Mancha, Dolores de Cospedal, y no quiso desaprovechar la ocasión de arremeter contra el histórico socialista. «Lo dije y lo mantengo», reiteró Aznar, quien recordó que ya había avisado de que no bastaba con impugnar las candidaturas, sino que había que ir contra la coalición.

El ex presidente del Gobierno no se olvidó de las víctimas del terrorismo «agraviadas y humilladas» y lanzó una firme promesa: «La democracia española sabrá reparar la afrenta que han sufrido». Es más, incidió en que «volveremos a expulsar a los terroristas de las instituciones a las que nunca debieron regresar; ésta es nuestra responsabilidad democrática».

Finalmente, lamentó que el Gobierno se encoja de hombros y mire a los tribunales y denunció la farsa «lamentable» de ver que ahora digan: «Qué buenos se han vuelto los terroristas». Y, de paso, les regaló una «perla» a los «progres»: «El partido "progre"no ha hecho más que empobrecer, dividir y humillar».