Sevilla

Las locuras juveniles del hijo de Ortega Cano por Jesús Mariñas

Por si el matador ahora entregado a relanzar el arte taurino de Julio Aparicio –que tiene dos tardes en San Isidro, lo nunca visto– no tuviera suficiente con la tragedia del accidente, le crecen los enanos en el entorno familiar de «Yerbabuena».

Las locuras juveniles del hijo de Ortega Cano por Jesús Mariñas
Las locuras juveniles del hijo de Ortega Cano por Jesús Mariñaslarazon

José Fernando lo inquieta y le produce pesadillas. Pueden ser cosas de la edad, locuras juveniles estimuladas por Eugenio, su primo-hermano. El ya nada niño tenía un romance con Alam Elkhadraovi, una joven de origen marroquí de 33 años, ¡15 mayor que él! Y además, parece haber tenido una vida intensa. Aunque Alam posee aspecto juvenil y no aparenta esa edad, la familia del chico le aconseja no seguir ni mantener una relación abocada al fracaso. Además, creen que la mocita podría estar interesada en la herencia de «la más grande», cifrada en unos 500.000 euros. Mientras tanto, el hijo del diestro entra y sale del cortijo, que parece un parque temático del morbo turístico, especialmente ahora que todo está verde y es el aniversario de boda entre la chipionera de Rocío y Pedro Carrasco, otro inolvidable. Apuré el enlace y recuerdo que Paca Rico, hoy semienclaustrada en Sevilla al cuidado de sus sobrinos, acabó tumbada en un banco del patio, quizá afectada por los vapores etílicos de la bodega donde se celebró el convite. Paca, inolvidable María de las Mercedes en «¿Dónde vas, Alfonso XII?», una película sobre las galanías borbónicas –genio, saga y figura inmutables, salta a la vista– que más tarde fueron eternizadas en la copla popular con el «cuatro duques la llevaron por las calles de Madrid».

Y mientras unos se preparan para encontrar un buen sitio en el concierto que mañana ofrecen mano a mano en el Palacio de los Deportes Isabel Pantoja y Miguel Póveda, otros sitian el próximo ferial torero con la duración más larga que se conoce en este mundillo. Veintiséis corridas ininterrumpidas con lo mejor de la fiesta, que no están siendo las ganaderías. El colocadísimo José Mari Manzanares ya tiene de fans oficiales, entusiastas y agradecidas a Nati, Cari y Nuria González. Es lo que comenta la afición: «Antes regalaban a los mataores pitilleras de oro o gemelos, y ahora los agobian pidiéndoles las entradas en buen sitio». Será la crisis, eso será, pero los hijos de Curro Vázquez debutan con su carpa VIP, ya ensayada en Valencia el pasado San José. Han organizado una programación cultural paralela a la ofrecida en Fallas, similar a los lances con Vargas Llosa en la tarde inaugural. Le seguirá Fernando Arrabal, y en las Ventas veremos una exposición que coincidirá con una tanda de conferencias para jóvenes. Todo se ampliará en Casa de Vacas con la primera exhibición pictórica de Carmen Conesa en Madrid, que actualmente triunfa en el María Guerrero como hija resignada de la gran Nuria Espert, que renquea por los pies, claro, qué tontería, bajo el más feo vestuario de Franca Squiaciarpino. En ningún momento crea la atmósfera sureña de Estados Unidos que pretendía Gerardo Vega en una función que cuelga cada día el cartel de «no hay billetes».