Comunidad de Madrid
Los chóferes de la EMT hartos
El martes hubo casi el doble de viajeros que usaron el autobús que en el mismo día de hace un año.
MADRID- Cuando un colectivo se pone en huelga, no sólo afecta a sus «clientes», sobre todo, cuando hay trabajos relacionados entre sí. Eso les ha pasado a los conductores de la EMT, que tanto el martes como ayer han tenido que «absorber» a los más de dos millones de viajeros que normalmente utilizan el metro. Y es que falta una de las tres «patas» del transporte madrileño, afecta de lleno en las otras dos: autobuses y Renfe. La Empresa Municipal de Transportes ha tenido que sacar durante estos dos días toda su flota –1.900 autobuses– a la calle y el martes registró un 45 por ciento más de viajeros que el mismo día de 2009, superando el «techo» de los dos millones de usuarios por primera vez «desde hace mucho tiempo», según un portavoz de la compañía. Ayer, aunque se volvieron a registrar colas más largas de lo normal en todas las paradas de la EMT, la previsión de los madrileños impidió, en parte, el caos generado el martes tanto en el tráfico como en las principales paradas de autobuses. Sin embargo, los trabajadores de la Empresa Municipal de Transportes –que también protagonizaron una huelga en abril de 2009– no piensan «pagar el pato» de sus colegas. Ayer mostraron su «solidaridad» con sus «hermanos del transporte», los empleados de Metro, y aseguraron que no van a permitir «presiones» por parte de la empresa de autobuses para incrementar sus servicios ante los paros convocados en el suburbano.
Un portavoz del Comité de huelga de la EMT acudió incluso a la asamblea de ayer explicó que cuando se enteraron de la situación, realizaron un comunicado para la plantilla que han distribuido en todos los centros de trabajo de la EMT. «La EMT no está en ningún momento boicoteando el conflicto que habéis planteado los compañeros de Metro porque nos consideramos hermanos del transporte de Madrid», señaló el portavoz. Desde todos los sindicatos del Comité, apelaron «a la solidaridad y el buen hacer» y al no admitir «ninguna presión por parte de la empresa que suponga prestar un servicio distinto al habitual».
Por su parte, el gremio de taxistas, también han tenido que trabajar más. Y aunque ayer fue, de nuevo, misión imposible encontrar un taxi circulando con la luz verde, ellos aseguran que tampoco lo han notado mucho en el bolsillo. Al menos, en los trayectos dentro la capital. «Con el tráfico que hay y lo colapsado que está todo, la carrera tampoco sube mucho. Nos pasamos medio servicio parados», comentó un taxista. «Y la gente que vive en el extrarradio no van a coger un taxi, que para eso han pagado su abono transportes. Es normal».
En este sentido, la directora general de Consumo de la Comunidad de Madrid, Carmen Martínez de Sola, instó ayer a los usuarios de Metro a que presenten reclamaciones en las oficinas de atención al consumidor, la Comunidad de Madrid o el Consorcio de Transportes, pero no aseguró que se les devuelva el importe del billete.
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