Tarragona
Prevención y educación por Carmen Quintanilla
El principio de 2012 nos ha dejado, desgraciadamente, seis víctimas más de la violencia de género y lo que es aún peor, que también ha muerto una niña de tan sólo cinco meses a manos del hombre que vivía con su madre. Sesenta mujeres fueron asesinadas en 2011 y, aunque son 13 menos que el año anterior, siguen siendo demasiadas y por ello no debemos, ni podemos, bajar la guardia en la lucha contra la violencia de género, esta gran lacra que sigue basándose en los pilares de la desigualdad a la que se enfrenta la sociedad del siglo XXI, una sociedad en la que el principio de igualdad debería estar tan arraigado que este tipo de violencia no debería existir.
Por el contrario, según los datos del CIS alrededor de 600.000 mujeres sufren la violencia de género en España. Una violencia de la que no sólo son víctimas las mujeres, sino también los menores. En el último año se estima que alrededor de 840.000 menores de edad han estado expuestos a la violencia contra sus madres y que 517.000 de ellos han sufrido agresiones en este contexto, en ocasiones con resultado de muerte, como en el caso de la pequeña de cinco meses fallecida hace unos días en Vals (Tarragona). El Gobierno del PP, como aseguró la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, en su toma de posesión, tiene entre sus prioridades continuar luchando contra la violencia de género y poniendo todo su empeño en la protección de las mujeres víctimas de esta violencia y de sus hijos.
Pero la lucha pasa también, sin duda, por la prevención desde edades tempranas a través de la educación en la igualdad y en dar a los jóvenes toda la información posible. Un estudio de la Universidad Complutense nos deja datos preocupantes que nos deben hacer llevar a la reflexión y a potenciar la educación en igualdad. Uno de cada tres adolescentes corre el riesgo de convertirse en maltratador y un 19% de las jóvenes podría ser víctima de malos tratos en un futuro no muy lejano porque justifican los comportamientos agresivos. Asimismo, otro trabajo de la Universidad de Sevilla lo confirma: el 12% de las encuestadas asegura haber tenido miedo en una relación y el 26,8% se sienten atrapadas. Por eso, la responsabilidad no es sólo de las administraciones, sino que también debe ser un tema prioritario para la sociedad ya que para que esta lacra desaparezca es necesaria la concienciación, la sensibilización y el rechazo unánime de todos.
Carmen Quintanilla
Diputada del PP por Ciudad Real
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