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Recorte de población por Ángel del Río

La Razón
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Hasta ahora creíamos que la ciudad prohibida del Este, es decir, la Cañada Real Galiana, tenía tantos habitantes como Soria o Teruel, unos 40.000. Pero la fiebre del recorte afecta también a los censos de población y nos acaban de descubrir que los habitantes del mayor asentamiento de infravivienda de Europa son entre 9.000 y 11.000, que no es moco de pavo cuando se trata de personas que viven en condiciones casi tercermundistas. Y uno se pregunta: ¿existieron alguna vez 40.000 cañadistas reales? Si así fuera, ¿dónde se ha ido la gran mayoría? ¿Se cansaron de esperar durante tantos años una solución urbanística y social? ¿Se hartaron de que pasara el tiempo y no se legalizara su asentamiento sobre suelo público, sobre zonas protegidas o calificadas como no urbanizables?

Hacer que esta ciudad prohibida deje de serlo, que las deplorables condiciones de sus habitantes se acerquen a una forma de vida digna, son el gran reto que tienen la Comunidad y los tres ayuntamientos territorialmente implicados en este triángulo de los horrores. Han sido muchos los intentos para dar solución a esta vergüenza social y sanitaria ulcerada en la epidermis de Madrid. Espero que los censos que se han realizado sean rigurosos porque ya hay casos de oportunismo o picaresca que hacen cuando se inicia un procedimiento de esta naturaleza, vuelvan los que se «fueron» y se triplique la cifra de afectados por la desidia de muchas décadas.