Una carrerados ganadores

Aquello de que en el deporte sólo vale ganar sigue siendo cierto, pero ayer en Laguna Seca dos pilotos se fueron satisfechos a casa. Es verdad que en MotoGP a nadie le gusta perder, pero el segundo puesto que facturó Lorenzo en California le supo casi tan bien como algunos de sus triunfos. Jorge lo puso todo para ganar, hasta que a unas vueltas para el final sacó del bolsillo la calculadora y se puso a echar cuentas. Eran mejor los 20 puntos que tenía en ese momento que arriesgar en la persecución a Stoner por sumar cinco más y quedarse sin ninguno. El mallorquín sabía que terminando así se iba al parón veraniego un poco más líder, porque ahora el que más le acecha es Pedrosa y viajaba en el tercer vagón sin posibilidades de darle guerra.

Los dos españoles montaron neumáticos duros, pensando que eran los únicos que les permitirían completar las 32 vueltas en las mejores condiciones. El compuesto blando lo era demasiado, y lo lógico es que perdiese todas las prestaciones en el último tramo. Efectivamente, era lo lógico, pero la voracidad y la clase de Stoner pueden a veces desafiar las leyes físicas. Y esto, en parte, es lo que hizo el australiano en Laguna Seca. Usó los blandos y, a diez vueltas de la meta, cuando se suponía que sus gomas estarían para el desguace, se puso en cabeza con un ritmo imposible para el resto. Arriesgó en busca de cortar su mala racha tras la caída en Alemania y su mal día en Mugello y volvió a ganar. Sabe que se retira a final de temporada y que Jorge está muy destacado en el Mundial, pero no conoce la palabra rendición y nada le hace más feliz que ganar carreras, más allá de si le sirven o no para añadir un tercer título a su palmarés.

«Ha sido un poco raro, no sé lo que ha pasado. Nos ha sorprendido montando el blando y pilotando tan rápido durante toda la carrera», decía Pedrosa con cara de incredulidad. Ahora tiene un poco más cerca al «canguro» y más lejos al líder, así que, a pesar de usar la evolución de su moto pensada para 2013, su saldo fue el peor de los tres magníficos.

El de Jorge, sin ser el premio gordo, le bastaba para seguir firme al frente del campeonato. Él no ha fallado tanto como Stoner, así que tiene un colchón que le permite pararse un momento y pensar en situaciones límite como las de ayer. Estuvo a punto de descabalgar en el «sacacorchos» poco antes de que Stoner culminara su remontada y no era plan de «arriesgarlo todo» como hizo el sábado para la «pole». Si hubiera sido necesario se la hubiera jugado, pero era mejor sumar y dejarlo para otra ocasión, porque este resultado «es bueno para el campeonato».