Ciclismo
Escampa
La cima del Manse, un segunda, a diez kilómetros de la meta. Llovía y el descenso se haría larguísimo y peligroso. Contador, al ataque. Lo pensó antes de acostarse y midió las fuerzas de los adversarios. Evans respondió y contraatacó abajo, en el plano. La buena noticia, que le alcanzó, a pesar de que Samuel pedaleaba justito. Con «Samu» fresco, la escabechina habría sido de época. Atrás, sorprendidos y con el corazón en la boca, rendidos, los Schleck cedieron al tercer ataque y a Frank no le llegaba la camisa al cuello en el descenso hasta Gap. Cedieron un minuto en un puerto de segunda a diez kilómetros de la meta. Voeckler, algo menos. Contador ha vuelto, ha descubierto la debilidad de sus rivales, va a por ellos. Escampa.
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