Fabra hace los primeros cambios y sitúa a Císcar como número dos

Valencia- El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, hizo ayer el primer cambio en el equipo de Gobierno que heredó del ex presidente Francisco Camps. La hasta ahora vicepresidenta del Consell y mano derecha de Camps, Paula Sánchez de León, será la delegada del Gobierno Central en la Comunitat. Su puesto lo ocupará el que ha sido conseller de Educación, Formación y Empleo, José Císcar, quien desempeñará también las labores de portavocía. La sorpresa, el nombramiento de la alcaldesa de Torrente, María José Catalá, para estar al frente de la Conselleria que deja Císcar.

El Consejo de Ministros eligió ayer, con el beneplácito de Fabra, para representar al Ejecutivo de Mariano Rajoy en la Comunitat a Sánchez de León. Para el presidente, este nombramiento es fundamental, puesto que la exvicepresidenta conoce a la perfección todas las reivindicaciones de la Comunitat. «Tenemos mayor y mejor presencia a través de la delegada del Gobierno».

Con estos movimientos, el jefe del Consell impuso su impronta personal después de trabajar seis meses con las personas que eligió su predecesor. Aunque los cambios son pocos, afectan a la imagen de un Gobierno que tendrá que enfrentarse a situaciones «complicadas». Por ello, situó en el centro a José Císcar. Tal y como explicó el presidente en una comparecencia de urgencia, el perfil del también vicesecretario general del Partido Popular es el que quiere para representar a la Generalitat. En esta línea, destacó su perfil dialogante. A su juicio, es la persona idónea para llevar a la práctica el Gobierno de consenso al que aspira. «Es una persona de consenso y comprometida, con un carácter pausado. Creo que esa debe ser la imagen de los políticos en un momento como el actual».

Asimismo, la consellera de Turismo, Cultura y Deporte, Lola Johnson, dejará la portavocía en manos de Císcar, por lo que podrá centrarse en el departamento que dirige.

Y aunque el presidente aseguró que su nuevo equipo es el que mejor puede responder a las necesidades de la ciudadanía, no descartó más cambios. «Si el presidente del Gobierno considera que le ajusta alguna persona más de la Comunitat, estaremos a su disposición». En cuanto al segundo escalón, nada se sabrá hasta que juren el cargo el nuevo vicepresidente y la nueva consellera el próximo lunes.

Estos cambios pueden acarrear además modificaciones orgánicas dentro del partido. En palabras del propio Fabra, habrá que esperar al próximo Congreso regional para resolver «la nueva estructura».

Minutos después de ser nombrada oficialmente titular del área de educación, Catalá afirmó, visiblemente emocionada, que abandona «con dolor» la alcaldía del municipio valenciano, pero aseguró que la afrontará su nueva etapa política con ilusión. Confesó que, después de recibir el jueves por la noche la llamada de Fabra, lo único que hizo fue llorar.

Estas variaciones no fueron bien acogidas por parte de la oposición. El secretario general del PSPV, Jorge Alarte, consideró que la remodelación obedece a una estrategia del presidente por eliminar a todos los afines a Camps. «No es un cambio de Gobierno, ni de política, sólo es un ajuste de cuentas entre las guerras internas del PP de la Comunitat». En la misma línea, vaticinó que el presidente provincial del PP en Valencia, Alfonso Rus, y la alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá, interpretarán los cambios como un «acto de guerra».

La sindica del grupo de EU en les Corts, Marga Sanz, coincide con estos argumentos. Para la diputada, ayer fue el «día uno» de Alberto Fabra y advirtió que «no será la única remodelación del Consell». La coalición Compromís consideró que el presidente de la Generalitat «no tiene fuerza en su partido para realizar un verdadero cambio de Gobierno».
Implacable con la corrupción

El jefe del Consell aprovechó de nuevo su comparecencia pública para mostrarse inflexible en cuanto a los casos de corrupción. «Las personas públicas tenemos que ser un ejemplo. Por ello, las que hayan tenido un comportamiento irregular, tendrán que dar explicaciones donde sea necesario».

De esta manera, anunció que la Generalitat se personará en la causa en la que está imputado el duque de Palma, Iñaki Urdangarin, si sus servicios jurídicos consideran que se han visto «lesionados» los intereses de la Comunitat.

Respecto a Emarsa, relegó la responsabilidad de decidir sobre el futuro del alcalde de Manises, Enrique Crespo, al presidente de la Diputación. Sin embargo, dijo respetar la presunción de inocencia.

Los nuevos cargos
Paula Sánchez de León
Delegada del Gobierno
La hasta ahora vicepresidenta del Gobierno valenciano será la representante de Mariano Rajoy en la Comunitat. Pasa así de ser la número dos del Consell a empezar su carrera política a nivel nacional. Llegó a la Generalitat en el año 1996 como directora de Gabinete de la Conselleria de Cultura. Desde que Camps ocupó la presidencia, su carrera no ha dejado de ascender. De la mano de Camps, también encontró un hueco en el partido.

José Císcar
Vicepresidente y portavoz
La remodelación de Alberto Fabra sitúa a Císcar como hombre fuerte tanto en el Consell como en el Partido Popular, donde ya era el número tres. De origen alicantino, llegó a la alcaldía de Teulada en el año 1999. Fue nombrado por Francisco Camps como delegado del Consell en Alicante para apaciguar los conflictos entre Ripoll y el entonces presidente. Precisamente, su carácter dialogante y conciliador es lo que hizo que el presidente Fabra se decantara por él.

María José Catalá
Consellera de Educación
Catalá se convierte, con treinta años, en una de las consellera más jóvenes. Fue la revelación del Partido Popular en las lecciones municipales de 2007, cuando le arrebató la alcaldía de Torrent a los socialistas, que gobernaban desde 1979. La futura titular de Educación, es licenciada en Derecho y realizó un máster en Administración y Dirección de Empresas. Inició su carrera en una entidad bancaria y en 2006 fue elegida por el PP como candidata a la alcaldía.