La mitad de los jóvenes vascos no quiere tener de vecino a un amenazado por ETA

Los datos que se desprenden del informe sociológico "Retratos de Juventud-Cultura Democrática"elaborado por el Gabinete de Prospección Sociológica del Ejecutivo para el Observatorio Vasco de la Juventud y presentado hoy en Bilbao son elocuentes.

Para el responsable del Gabinete, Víctor Urrutia, esta falta de solidaridad con las víctimas refleja una "actitud de evitar problemas"por parte de los jóvenes, "producto de una ética social acomodaticia", y deja en evidencia que el fin de ETA "no agota la desaparición de una subcultura de la violencia". Por ello, considera que aún "queda una larga tarea de descontaminación ética en nuestra sociedad".

El estudio muestra que en materia de tolerancia vecinal el mayor rechazo recae sobre los neonazis y extremistas de derecha (62%), seguidos de los miembros de ETA (55%). Sin embargo, llama la atención que este sentimiento sea similar en el caso de las víctimas de la banda, con un 51%.

Significativamente, entre el segmento más joven, entre los 15 y 17 años, la desconfianza hacia un vecino amenazado es mayor que hacia el propio terrorista, con un 58% frente a un 53%. Ambos colectivos se sitúan por encima del rechazo a vecinos drogadictos (48%), con antecedentes penales (46%), prostitutas o gigolós (40%), o gitanos (39%). En último lugar se sitúan los homosexuales (14%).

Apoyo a la violencia
Otro dato significativo que muestra el estudio es la existencia de una "minoría recalcitrante"de jóvenes vascos que encuentra justificación a la violencia terrorista, que el responsable del trabajo ha cifrado en un 9% del total, teniendo en cuenta las diferentes preguntas sobre ETA existentes en el cuestionario.

Ello permite hacer una estimación de 30.000 jóvenes vascos "justificadores o simpatizantes de ETA". Así, un 6% de los encuestados están "muy en desacuerdo"con la afirmación de que la acción de ETA supone una vulneración de los derechos humanos, que se suman al 3% que está "bastante en desacuerdo".

En el caso de la franja entre 15 y 17 años, la suma de ambos sube hasta un 14%. En el mismo sentido, un 5% considera que las acciones de la banda terrorista son buenas para Euskadi. Aquellos que creen que los actos terroristas pueden estar justificados en ocasiones ascienden al 12%. Pese a todo, seis de cada diez expresan sin rodeos su rechazo a ETA y su solidaridad con las víctimas de la banda.

El dato, en palabras de Urrutia, da la medida de la "contaminación ética que la violencia ha dejado en nuestra sociedad". Asimismo, ha destacado la "actitud evasiva"que muestran muchos jóvenes ante la violencia, ya que suman un tercio aquellos "miran para otro lado"y no contestan o no se muestran ni acuerdo ni en desacuerdo con la misma.