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«La popularidad lo motiva»

Una personalidad definida por la juventud, una vida desestructurada y un egocentrismo desmedido

La Razón
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MADRID-El único menor implicado en la desaparición y presunto asesinato de Marta del Castillo ha generado un profundo debate entre los profesionales médicos.

Hay muchos que se decantan por la posibilidad de que padezca una psicopatía. De esta manera se justificaría la ausencia de compasión por sus víctimas. Para este tipo de delincuentes, la vida no vale nada. Les da igual que sus actos provoquen dolor, sufrimiento, desesperación o agonía de las víctimas o de sus familiares. Lo hacen porque así lo sienten en ese momento y el resto no importa. En cambio otros, como el psiquiatra forense José Cabrera, tienen claro que no se trata de un psicópata. «Es un chico con poca formación, marginal, impulsivo, con una familia desestructurada, que, a raíz de salir en todas las televisiones, comenzó a sentirse importante. Todo el mundo estaba pendiente de él y lo sabe». Cabrera considera que «el periodo de internamiento le sirvió para endurecerse, para crecer en su papel como personaje mediático. Esto le va a servir para afrontar el juicio de manera serena y no venirse abajo. Es más, va a ser un momento muy satisfactorio porque sabe que va a salir más por televisión que el presidente del Gobierno y eso le motiva».

«Este joven marginal, al que la vida le ha dado poca afectividad, ha madurado en estos dos años y ya no le tiene miedo a nadie. Además, está en plena efervescencia de la adolescencia, lo que le aporta una energía vital impresionante, que si la enfoca en sentido negativo puede ser más fuerte que la de cualquier adulto», dijo. El psicólogo Javier Urra recalcó que «después de tantos cambios de testimonio, en el juicio se debe servir para aclarar la verdad».