Policía
«Me dijo que no volvería a ver al bebé»
El macabro hallazgo de una furgoneta calcinada ha puesto en vilo y de luto al municipio coruñés de Paderne, situado en la comarca de Betanzos. En su interior, entre los restos del vehículo, se encontraba un bebé de unos 14 meses. La Guardia Civil iniciaba ayer las pesquisas sobre las circunstancias que han rodeado a la tragedia.
Con todo, las autoridades investigan al padre del pequeño, que fue hallado con graves quemaduras a una distancia de un kilómetro del siniestro, informa Efe.
Una bombona en el asiento
Según informaron fuentes próximas de la investigación, el incendio pudo haber sido provocado por el herido. La sospecha surge porque, momentos antes, la madre del pequeño llamó a la Guardia Civil para denunciar que su marido la había amenazado diciéndole que no volvería a ver con vida a su hijo.
A este indicio, hay que añadir el hecho de que, en el asiento delantero derecho del vehículo, fue hallada una pequeña bombona de cámping gas.
El padre del menor, de 42 años, fue hallado tumbado y con graves quemaduras en su cuerpo. En la tarde de ayer se encontraba custodiado por las fuerzas del orden dentro del Complejo Hospitalario Universitario de La Coruña (Chuac). El dispositivo de la búsqueda se abrió cuando la madre del niño presentó la denuncia ante la Guardia Civil. Y aproximadamente una hora y media después, agentes del Instituto Armado en la localidad de Betanzos dieron con el vehículo.
Del mismo modo, a las tareas de búsqueda se sumaron los Grupos Municipales de Intervención Rápida (Grumir), Voluntarios de Paderne, Bomberos y Urgencias Médicas, informa Ep.
Se trataba de una furgoneta Peugeot Partner, que se encontraba en una carretera poco transitada de este término municipal. Una vez sofocadas las llamas, los bomberos se encontraron con la sobrecogedora imagen del cuerpo del bebé en el asiento trasero del vehículo, en su asiento infantil, y completamente carbonizado.
Con todo, fuentes de la Guardia Civil quisieron recalcar que el caso «no está ni mucho menos cerrado», pues lo anotado hasta ahora son sólo indicios. De esta forma, se ha decretado el secreto de sumario sobre el caso.
El último caso, en Lloret
El pasado mes de mayo se registró en nuestro país otro truculento parricidio. La británica Lianne Smith fue detenida por matar a sus dos hijos. Daniel, de nueve meses, y Rebeca, de cinco años, murieron al ser axfisiados por su madre con una bolsa de plástico. Lianne dejó una nota justo antes de cometer el crimen. Era un texto desesperado, pues su marido había sido acusado de haber cometido al menos trece agresiones sexuales a menores.
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