Lucía Etxebarría: «Siempre he ligado en las manifestaciones»

– «El contenido del silencio». ¿Pero qué contiene el silencio?
–El silencio está lleno de lo que no se dice nunca, que suele ser lo más importante. En mi novela, de secretos y mentiras.

–Indaga en el abandono y la pérdida. ¿Se siente abandonada?
–Sí. Lo fui en la infancia y no por culpa de mis padres, a los que he querido mucho.

–Perdone, pero ¿hubo un tiempo en el que fue una perdida?
–Lo fui. A los 45 años es ya muy difícil ser una perdida con elegancia.

–Crisis. ¿Entiende lo que pasa?
–Si lo entendiera sería Dios. La economía es una filosofía especulativa.

–¿Es usted una prima de riesgo?
–Eso habría que preguntárselo a mis primos.

–Yo suelo decir que una prima de riesgo es la que nos incita a la lujuria.
–Ojalá incitara todavía a la lujuria.

–Sorteó en internet una noche de marcha con usted entre sus lectores.
–Cierto. Ganó una mujer. Y ya tenemos cita.

–¿Y si después de las copas le pide algo más?
–Le recordaré que estoy casada con un hombre celoso.

–Parece que lo suyo es más el ruido que el silencio...
–Antes era más mona y más joven, ya no inspiro tanto ruido en los medios. La persona que se construyó en ellos no tenía nada que ver conmigo.

–Dice en su columna de ADN que en las manifestaciones se liga mucho...
–Es verdad. Yo siempre he ligado en las manifestaciones. Me gustaría encontrarme en una con Clive Owen, pero no creo que vaya a esas cosas.

–Hay sectas en su novela. Ahora están de moda las apocalípticas: dicen que se acaba el mundo este año. ¿Qué haría si fuera verdad?
–Sacar a mi niña del colegio e irnos a Mundaca. Visitar sitios hermosos.

–¿Tiene pasta para construirse un búnker?
–No. Y no me tienta: prefiero morirme que quedarme aquí con cuatro gatos en un escenario de Mad Max.

–Dice que quien no hace tonterías nunca hará una genialidad. ¿Usted ya ha hecho su genialidad?
–No, pero sí muchas tonterías.

–¿Se arrepiente de alguna?
–Sí, pero el arrepentimiento es un poco absurdo. Nos arrepentimos más de lo que no hemos hecho que de lo que hemos hecho.

–Yo incluso me arrepiento de lo que pienso hacer...