Barcelona

La Generalitat ignora al TC y mantiene las multas al castellano

Pese al fallo del tribunal, la Generalitat recuerda que está vigente su ley de 2010, que permite seguir multando

Manuel Nevot, uno de los empresarios multados por rotular en castellano, ayer, ante su negocio
Manuel Nevot, uno de los empresarios multados por rotular en castellano, ayer, ante su negociolarazon

BARCELONA – La anulación por parte del Tribunal Constitucional (TC) de un artículo de la Ley del Estatuto del Consumidor de Cataluña de 1993, que establecía la graduación de las infracciones en leves, graves o muy graves por no informar o atender en catalán en los comercios, permite ahora la impugnación de todas las sanciones lingüísticas impuestas hasta 2010 por la Generalitat.

La sentencia afecta sólo las multas hasta 2010, porque ese año la Generalitat aprobó una nueva normativa, la Ley del Código de Consumo, que sigue vigente y que en la práctica permite seguir con el mismo régimen sancionador. No obstante, esta ley está recurrida al TC por el PP y el Defensor del Pueblo.

Los comerciantes multados en esos años aplauden el fallo del TC, ya que les da mucha más fuerza para recurrir y anular sus sanciones. Un inmobiliario de Vilanova i la Geltrú (Barcelona), Manel Nevot, señaló a LA RAZÓN que «en el fondo todo es una acción política de la Generalitat para mantenerse en el trono, y muchos catalanes se lo creen». Nevot fue multado con 400 euros en 2006 por tener en su comercio más grande el cartel en castellano que en catalán. No se rindió y empezó una lucha legal que aún dura, aunque ahora se siente envalentonado. Su sanción está recurrida ante el Constitucional.

«La sentencia ayuda»
Su historia se parece a la de Txurde Rocamundi, también multado por no rotular en catalán en su inmobiliaria de Arenys de Mar, en 2008. La sanción fue de 1.200 euros. Explica a este diario que «esta sentencia me ayuda, ahora lo tenemos mejor, la situación es más favorable».
Sin embargo, el portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, recalcó ayer que «la ley de 1993 ya estaba derogada, por lo que el TC se ha pronunciado sobre una cosa que ya no existía. Es como si el médico hace un diagnóstico y da unos resultados de una persona que está muerta».

Ironizó diciendo que «como el TC es tan rápido y veloz, ha dictaminado sobre una normativa de 1993 que ya no está en vigor». Homs recordó que el Código de Consumo de 2010 sigue vigente y que, por lo tanto, podrán seguir sancionando.

Por su parte, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, señaló que se debería compensar a los comerciantes sancionados en esos años. «Estoy a favor del impulso de la lengua catalana pero sin excluir la lengua castellana y por lo tanto estoy en contra de que se sancionara a los empresarios y comerciantes por rotular en castellano», dijo.

«El TC nos ha dado la razón a nosotros y a la normalidad del país, que vive en catalán y castellano», añadió Sánchez–Camacho, que cree que se debería poder resarcir a las personas sancionadas. Según la líder de los populares catalanes, «hay que leer la sentencia y ver los efectos retroactivos que pueda tener, que en principio no los tiene, pero creo que se les debería compensar, porque se ha estado aplicando una sanción que ahora se reconoce inconstitucional».