Gran Capitán por Julián García Candau

El Barcelona ha anunciado que al cierre de temporada su economía ha mejorado en 48,8 millones de euros, beneficios que han reflejado las cuentas del club. Ha dicho también que había tenido dos años seguidos de déficit. Para el nuevo ejercicio anuncia ingresos de 494,9 millones de euros y gastos de 441,1, lo que quiere decir que de nuevo tendrá beneficios.
La contabilidad de los clubes de fútbol son ejemplos palmarios de lo que se denomina ingeniería financiera, o sea, que en lugar de ofrecer a los socios las cifras al estilo de las cuentas de la vieja, le cuentan milongas de las que se deriva optimismo general y satisfacción colectiva.
Hay ocasiones en que en la asamblea se ofrecen cifras según las cuales hay beneficios y, por el contrario, aumentan las deudas. Son las cuentas del Gran Capitán, aunque en este caso no se trata de palas, clavos y azadones. Para conocer la situación real de la economía del club hay que cambiar de directiva. De ese modo, el presidente entrante canta la copla que sólo había susurrado su predecesor. O, peor aún, la había maquillado como es costumbre.
Los datos ofrecidos por la directiva barcelonista no reflejan la realidad. Sobre todo, porque no se dice a cuánto asciende la deuda y quiénes son los acreedores. El Ma-drid también cerró la temporada con beneficios: 31,6 millones de euros. Barça y Madrid juegan con la ventaja de que siempre cuentan con los plácemes de las administraciones locales para incrementar su patrimonio o mejorarlo con ventajosas ventas de terrenos y concesión de volumetría para construir.
Posdata. Falló Nadal y aquí Pau y también gloria.