Literatura

San Francisco

En busca de Antonin Artaud

Jordi Soler publica una novela con el autor francés como hilo conductor 

Jordi Soler lee un manuscrito inédito de Artaud en Caldes
Jordi Soler lee un manuscrito inédito de Artaud en Caldeslarazon

CALDES D'ESTRAC- La cita fue en la Fundació Palau de Caldes d'Estrac. Allí se guardan numerosos documentos personales de aquel célebre y loco hombre de teatro llamado Antonin Artaud, recopilados por el poeta Josep Palau i Fabre. Otro escritor, Jordi Soler, visitó este centro hace unos días para poder ver esos papeles. ¿El motivo? Acaba de publicar su nueva novela, «Diles que son cadáveres», en Mondadori, donde Artaud tiene un papel muy destacado.

La obra nos habla de la búsqueda en Dublín del auténtico bastón de San Patricio, devuelto en 1937 por Artaud a la capital irlandesa. Un diplomático y escritor sigue en la actualidad los pasos del autor francés en Dublín, entre conspiraciones, órdenes literarias, cervezas y bohemios.

«El protagonismo en mi libro no es para Artaud sino para su locura y la que tenemos todos por conservar cosas inútiles como los poetas. No he querido escribir una biografía sino un perfil vivo en función de lo que narra la historia. En todo caso, él acaba siendo como un ave fénix con las alas abiertas que proyecta su sombra», explica Soler a LA RAZÓN mientras visita la Fundació Palau.

Pero su novela no reconstruye un acontecimiento histórico porque la realidad se combina con la ficción. «Me encontré con todo esto en Dublín. He revisitado la historia del bastón, real hasta cierto punto. Pero he escrito el libro en Barcelona porque necesitaba la perspectiva suficiente para abordar este tema», apuntó el novelista.

Dentro de la Fundació Palau, Soler contempla algunos manuscritos de Artaud, alguno de ellos inédito. «Es emocionante. Mientras escribía "Diles que son cadáveres"pude ver algunos de los originales de Artaud, pero es la primera vez que tengo uno de ellos en las manos. Me gusta ver cómo escribía y las manchas en el papel. Ahora puedo presumir de esta hazaña», dice el novelista mientras sostiene una de las cuartillas de Artaud recopiladas por Josep Palau i Fabre.

El bastón de San Patricio es en esta novela algo más que un mítico objeto en manos de Artaud y demás protagonistas. En este sentido rememora que «he querido que sea como aquel autobús que cogieron Allen Ginsberg y Neal Cassady en San Francisco. De esta manera perseguían unos valores en desuso. Pasa lo mismo con la furgoneta de diplomáticos camino de Irlanda de la novela».

Soler habla de su obra mientras por sus manos pasan más documentos. Uno de los que más le choca es la fotografía que hizo Palau de la última morada del autor francés: es el exterior del pabellón que ocupaba en el parisino asilo de Ivry-sur-Seine. También le llama la atención la imagen de una muchacha, probablemente tomada por Man Ray, que estuvo enamorada del creador del teatro de la crueldad.

Pero Artaud seguirá en Soler porque en breve, y de la mano de Lumen, lanzará una antología con textos inéditos del francés en España. «Tenía que haberse publicado a la par que "Diles que son cadáveres", pero hay problemas con los derechos de autor. Mientras me documentaba para mi novela, leí todo lo que pude escrito por Artaud y, al igual que mi protagonistas, quise hacer una antología de poemas», dice cerrando la carpeta de originales.

 

Dalí, Hemingway y los astronautas
Coincidiendo con «Diles que son cadáveres», Soler también ha publicado en Mondadori «Salvador Dalí y la más inquietante de las chicas yeyé», un libro de retratos de personajes conocidos o recreados por él. Entre sus páginas podemos encontrar desde un divertido encuentro con Dalí en el Hotel Ritz de Barcelona acompañando a Françoise Hardy, pasando por un día pasado junto a Gregorio Fuentes, el pescador que inspiró a Hemingway «El viejo y el mar». Soler también habla de la mafia o de la conquista del espacio. «Puede parecer un capricho publicar dos libros, pero con estos ensayos quería hacer una especie de nave de los locos», explica el autor.