Achique de espacios

Acorralado en el callejón sin salida de los mercados financieros y las reformas estructurales, Zapatero, aún con vida y mayor viveza, ha decidido a su vez acorralar al Partido Popular entre la izquierda social y los nacionalismos burgueses. Un inteligente achique de espacios que de momento no ha llegado aún a Melilla, válvula de escape de unos populares con los que el PSOE sueña secretamente echados al monte. Así, los continuos guiños socialistas a CiU y a PNV pueden cortocircuitar la llegada misma de Rajoy a La Moncloa, por supuesto «cueste lo que cueste» en los Presupuestos Generales del Estado. Pero más allá de lo cuantitativo, hay también virajes cualitativos como los que ya se están deslizando en la reforma laboral y del sistema de pensiones. Veinte años no es nada canta el bolero y ratifica Corbacho. Y qué decir de los parados, a los que con la mano izquierda se les prorrogan los subsidios y con la derecha se les amenaza si renuncian a los cursos de formación. No se trata de ninguna contradicción, se trata de meter las cabras en el corral de Génova 13 y también de que los sindicatos – tan hábil como ficticiamente provocados – reúnan a muchos manifestantes en la huelga general de septiembre. Una foto concebida para que el PP se retrate y, sobre todo, para que haga mutis por el foro de la política. Más tarde, tal vez coincidiendo con la bienintencionada Navidad, quién sabe si ETA cambia las armas por los turrones. Y por ultimo, no descarten que la locomotora alemana empiece a tirar de la economía a lo largo de 2011. Las filtraciones de la Gürtel y algún «hijo de puta», por utilizar palabras de Esperanza Aguirre, harán el resto. Sólo el romo e insípido Griñán puede dar al traste con este sutil plan de Zapatero. Y, obviamente, Javier Arenas, auxiliado por sus candidatos municipales, singularmente Zoido en Sevilla, añadiendo a su mucho trabajo un poco de suerte y que no le crezcan las setas.