Libres de una trampa mortal en Ferrol

MADRID- Más de seis horas tardaron en ser liberados. Habían quedado varados el martes en una ensenada en Ferrol y no podían moverse. En total cinco hembras y cinco crías, todas pertenecientes a la especie de delfín común, la más extendida en el mundo, habituada a vivir en aguas profundas.

Seguramente el fuerte temporal de fondo, con olas de cuatro metros, fue la causa por la cual esta familia de cetáceos buscó refugio en una zona resguardada. Así llegó a Malata. Pero una vez allí los delfines no supieron orientarse, y al bajar la marea, encallaron en tierra firme. Y lo que fue en un principio un resguardo para protegerse de la marea se convirtió en horas en una trampa que podría haber sido mortal.

«Cuando llegaron a la zona de la Ría de Ferrol más resguardada, la marea bajó unos cuatro metros, lo que provocó un varamiento masivo de diez delfines pertenecientes todos a la misma manada» explicó Juan Ignacio da Silva, responsable de varamientos de la zona norte del Cemma (Coordinadora para el Estudio de Mamíferos Marinos).

El primer aviso lo recibió el centro de recuperación de Oleiros, y cuando dos guardias se acercaron a comprobar el estado de los delfines, estos ya estaban varados.

«Fue un trabajo complicado de más de seis horas. Hasta las ocho de la tarde veinte personas intentamos sacarlos de la costa. Siete de ellos metidos en el agua con trajes de buceo. Resultó difícil porque tuvimos que rescatarlos uno a uno, y no dejaban de moverse y buscarse entre ellos. Además apenas había luz, y sólo nos guiaban los focos de un puerto cercano. Casi no podíamos ver ni las aletas», aseguró Da Silva.

Al sacarlos de la ensenada varios ecologistas de la Sociedad Galega de Historia Natural (SGHN) comprobaron que los delfines tenían la aleta dorsal equilibrada, ya que eso es un síntoma que indica que no han tragado agua. A continuación los alejaron de la ensenada y los guiaron a mar abierto gracias a los kayaks que les proporcionó el Club de Remo de Ferrol.
«Fue fundamental el trabajo de todo el equipo. Si hubiesen estado más tiempo ahí varados, seguramente habrían muerto aplastados por su propio peso. En estos casos, si no los rescatas las primeras horas de varamiento no se salva ni uno».

La Ría de Ferrol es una de las más cerradas de Galicia. Es habitual recibir llamadas que alertan de que hay delfines muy cerca de las costas. Cuando son delfines molares no hay problema, ya que estos viven cerca de las costas. Lo peligroso es el delfín común, ya que su habitat natural son las aguas profundas.

Un caso muy habitual
Según estimaciones del grupo de rescate de mamíferos Gremmar, la población de delfines en las aguas de la plataforma continental de Galicia podría rondar los 17.000 ejemplares. Las capturas accidentales son la causa más frecuente de los varamientos de delfines en las costas de Galicia. El año pasado vararon 38 delfines.