Despidos

El diálogo social enfila la recta final

La CEOE acude con ánimo de pactar, pero está tranquila porque si no hay consenso, el Ejecutivo gobernará.

La Razón
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MADRID- El diálogo social entra en su recta final después de un año de encuentros tripartitos y tras unos meses de negociaciones claves para el futuro de las nuevas reglas del juego del mercado de trabajo. Cinco días antes de que concluya el plazo dado por La Moncloa, sindicatos, patronal y Gobierno mantendrán hoy una nueva reunión decisiva para el desenlace definitivo. Al encuentro, además de los negociadores habituales, asistirán las primeras espadas de las organizaciones. Fin del plazoLas partes implicadas coinciden en considerar crucial esta reunión, en la que quedará al descubierto si existen o no posibilidades de sellar un pacto de reforma laboral. No obstante, haya o no fumata blanca, se esperará hasta el final del plazo concedido por el Gobierno para escenificar el acuerdo o el desacuerdo, según confirmaron a LA RAZÓN fuentes de las negociaciones.Aunque los negociadores acuden al encuentro con la mejor disposición, la realidad es que las centrales no mantienen una única voz sobre el documento que presentó el Gobierno en abril pasado. El abaratamiento del coste del despido para los contratos de fomento del empleo, figura creada en 1997, se ha convertido en el principal escollo que divide a UGT y CC OO. El Ejecutivo propuso igualar el coste por despido improcedente al tecnológico, organizativo y económico en los contratos de fomento de empleo. Es decir, reducir de 33 a 20 días la indemnización por la extinción de esta relación contractual. La central dirigida por Cándido Méndez no ve con malos ojos esta rebaja a cambio de otras prebendas, pero CC OO está en contra. Eso sí, ambos sindicatos aceptan que el Fondo de Garantía Salarial financie el 40% de la indemnización de estos contratos para todas las empresas y no sólo como hasta ahora, para las menores de 25 trabajadores. La patronal, por su parte, asiste hoy con voluntad de llegar a acuerdos, pero con la tranquilidad de que si no lo hay, el Ejecutivo gobernará.