Valencia

Sevilla arrebata la final de la Copa Davis a Valencia

La Federación de Tenis anuncia que la candidatura de Zoido es la única que cumple los requisitos exigidos

La Cartuja, con una capacidad para 25.000 espectadores, ya acogió la final de 2004 con rotundo éxito
La Cartuja, con una capacidad para 25.000 espectadores, ya acogió la final de 2004 con rotundo éxitolarazon

Sevilla- La noticia saltó 48 horas antes de lo esperado: Sevilla se impuso a Valencia. El estadio de La Cartuja albergará la final de la Copa Davis entre España y Argentina, un acontecimiento de dimensión mundial que convertirá a la ciudad hispalense en la capital del deporte los días 2,3 y 4 de diciembre. Un evento que causará un enorme impacto promocional y que multiplica por quince la inversión que se realice, según el propio José Luis Escañuela, presidente sevillano de la Real Federación Española de Tenis (RFET).

La elección no está exenta de polémica, pues se realizó tras el descarte de la otra candidatura, la valenciana. «El proyecto presentado y avalado por el Ayuntamiento de Sevilla, y con el visto bueno de la Federación Andaluza de Tenis, es el único que se ha recibido cumpliendo con los requisitos establecidos por la organización de dicha final. Así, la propuesta sevillana ha sido elegida automáticamente como sede a proponer a la Federación Internacional (ITF) para la disputa de la final», concluía el comunicado oficial de la RFET.

Mientras se producía una cascada de felicitaciones al Ayuntamiento hispalense y a su alcalde, Juan Ignacio Zoido, por apostar de forma decidida por la Davis, en Valencia la indignación iba «in crescendo». La gran favorita esgrimía una modificación de última hora en el pliego de condiciones como argumento para noquear el proyecto planteado en el velódromo Alberto Puig –con capacidad para 14.000 personas–. De hecho, la Federación Valenciana emitió un duro comunicado en el que se anunciaba un recurso y se resalta que «la decisión de no admitir la candidatura de Valencia por requisitos adicionales, con la limitación adicional de un plazo de menos de 18 horas, no se ajusta a derecho».

Fuentes de la Federación, en cambio, aseguran que no ha efectuado tal cambio y que los avales presentados por Valencia eran «insuficientes», pues no figuraban ni el apoyo del Ayuntamiento ni el de la Generalitat. El plazo para subsanar el error concluyó a mediodía de ayer, de ahí el adelanto en el anuncio de la sede. El resultado del recurso se ha de conocer en las próximas horas, aunque nada hace pensar en una marcha atrás.

En Sevilla, en cambio, se valora el trabajo realizado para presentar una candidatura a la altura de las circunstancias y que pretende involucrar a toda la ciudad. Un video promocional, el amplio respaldo en la redes sociales y un dossier elaborado con el apoyo de PSOE e IU contribuyen a pensar que la Davis en la «ciudad talismán» será un éxito. «Ésta es la manera de trabajar por Sevilla», respondía Zoido a la felicitación de Espadas a través de Twitter.
 
En la jornada de hoy, el alcalde detallará la ejecución del proyecto que prevé el alquiler de una cubierta –en 2003 se compró y el gobierno socialista la abandonó y acabó perdiéndola– y, sobre todo, de cuándo y cómo se podrán adquirir los abonos.


El alcalde aún espera el apoyo de la Junta, negado a Córdoba
Silencio. La primera postura de la Junta de Andalucía fue de indiferencia. El Gobierno municipal no cesó de recibir felicitaciones y adhesiones a la exitosa candidatura desde que la Federación Española de Tenis hizo oficial la noticia. Los clubes de fútbol de Sevilla, el presidente de la Federación de Baloncesto, José Luis Sáez, el resto de grupos municipales... La reacción fue inmediata desde todos los sectores menos desde la administración autonómica, a la que Juan Ignacio Zoido ya tendió la mano cuando anunció que la ciudad optaría a ser sede de la final de la Davis. La Junta ya dio la espalda a Córdoba, donde se disputó la semifinal, y por eso ayer Javier Arenas, presidente del PP-A, mandó su particular recado: «Espero que Griñán se vuelque, esté a la altura y no se repita la ‘hazaña' de Córdoba».