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Adiós a los cables en las operaciones

Más de 150 pacientes se han beneficiado ya de los resultados que proporciona la artroscopia inalámbrica, ya que hay menos infecciones y la intervención dura menos tiempo 

La Razón
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Con el fin de terminar con las molestas interferencias de los cables, un grupo de investigadores de la Clínica Cemtro, en la que expertos de Indra han puesto su conocimiento, ha desarrollado un artroscopio sin cables que reduce el número de infecciones postoperatorias y permitirá realizar cirugías articulares en la consulta. «Al desaparecer los cables, dos, que cruzan el campo quirúrgico restando movilidad al cirujano, y que precisan ser desinfectados, se disminuye o desaparece el número de infecciones. Además, hace la técnica más fácil al cirujano y el paciente se beneficia de una cirugía más corta. Por otro lado, constituye un beneficio ecológico debido a un menor consumo de energía (ahorro del 95 por ciento), tiene una vida media más larga y se pueden esterilizar en líquido apropiado tanto la cámara como la cápsula de energía», explica el jefe de Traumatología y Medicina del Deporte de Clínica Cemtro, Pedro Guillén.

Esta técnica constituye un tipo de endoscopia que se emplea para visualizar una articulación, como la rodilla, con fines diagnósticos o de tratamiento. «La artroscopia se hace más segura, fácil y su coste disminuye en un 70 por ciento debido a la portabilidad del equipo», manifiesta el prestigioso especialista en Traumatología y Medicina del Deporte, que ha asegurado que su tamaño permite transportarlo en un maletín, lo que «contribuye a que este tipo de intervenciones se puedan realizar en zonas de pocos recursos materiales, como hospitales de campaña o consultas», añade Guillén.

Detalles
El sistema WAD, desarrollado en colaboración con la multinacional española Indra y probado en 150 pacientes, «consta de una lente, una fuente de energía y una cámara en miniatura que vía wifi se conecta a un ordenador o pantalla cualquiera», explica Juan Sanz, director técnico de Indra. «Nuestro papel, en una primera fase, ha consistido en analizar los requisitos del sistema WAD y buscar las tecnologías que adecuadamente integradas han permitido el diseño y la realización específica de un dispositivo. Después, hemos realizado diferentes modelos, desde los demostradores conceptuales hasta los actuales que ya están operativos, con el fin de lograr la maduración del desarrollo para permitir una industrialización del mismo», añade Sanz.

En España se realizan anualmente más de 2 millones de artroscopias y se calcula que para 2015 el 90 por ciento de las cirugías articulares en todo el mundo se harán con técnicas mínimamente invasivas o artro-endoscópicas. «Hemos operado más de 150 pacientes en nuestra clínica de distintas patologías articulares –rodilla, hombro, tobillo, codo y laparoscopias, cistoscopias, histeroscopias...– y estamos tratando de llevar nuestros prototipos a distintos hospitales españoles y extranjeros para afinar al máximo antes de sacar el producto al mercado», subraya Guillén.