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CRÍTICA / «Come reza ama»: Julia todo por la pasta

Director: Ryan Murphy. Intérpretes: Julia Roberts, Billy Crudup, Viola Davis y Javier Bardem, Guión: R. Murphy y Jennifer Salt. EE UU, 2010. Duración: 133 minutos. Comedia romántica.

«Come reza ama»: Julia, todo por la pasta
«Come reza ama»: Julia, todo por la pastalarazon

Lo han leído bien: la nueva come- dia romántica de Julia Roberts dura dos horas largas. Muy, muy largas. Durante las cuales, la aún novia de América ríe, llora, gesticula mucho con ambas manos, muestra un perfil, muestra el otro, estalla en cólera, patalea, se divorcia de su primer marido, conoce a un pedante actor con el que convive un tiempo, sigue las instrucciones de un chamán desdentado y, luego, encuentra el verdadero amor junto a un brasileño grandote y sentimental cuyo apellido verdadero es Bardem. Punto y final. Entre medias de este ladrillo importante revestido de una pretendida búsqueda de la espiritualidad en la línea de ciertos manuales de autoayuda, el espectador tiene al menos el consuelo de viajar junto con la protagonista a la hermosa Roma, la India y Bali, los tres puntos del planeta que esta escritora ya cuarentona elige para encontrarse a sí misma. O eso dice ella. Con una minúscula maleta en la que, sin embargo, le cabe el contenido de un armario ropero, la Roberts se atiborra de pasta y arenga sobre las maravillas de los michelines en el cuerpo femenino. Ella, más delgada que un palo. Y limpia suelos en un retiro religioso mientras intenta pillarle el truco a la meditación. Allí, por cierto, Richard Jenkins protagoniza el mejor momenton de todo el filme. Pero por desgracia ya importa poco: al público le resulta imposible entender las motivaciones de una señora adinerada y caprichosa que, en el fondo, sólo busca a un perrito que le ladre.

Por la parte española, Javier Bardem, un extraordinario actor dramático, hace lo que puede en la piel de un hombre marcado por otro matrimonio fallido, un personaje de relleno este Felipe (en la pantalla aparece treinta minutos escasos y recuerden la dimensión del metraje) muy alejado de otros grandes trabajos del intérprete. Pero hay que comer, hasta en Hollywood, donde, viendo las piernitas de la Roberts en San Sebastián, parece que no se estila demasiado.