Francia

Mitos sobre la inmigración

Mitos sobre la inmigración
Mitos sobre la inmigraciónlarazon

VALENCIA- Que la ciudadanía sea xenófoba, que los inmigrantes han regresado masivamente a sus países de origen debido a la crisis o que éstos impidan que los españoles encuentren un puesto de trabajo son, según los expertos, falsas creencias.
Tal y como explicó ayer el doctor en Sociología y miembro del Departamento de estudios del Centro de Estudios para la Integración Social y Formación de Inmigrantes (Ceimigra), Luis Díe, la sociedad valenciana es mucho menos racista de lo que «a priori» puede pensarse. En su opinión, las propias experiencias personales de los ciudadanos han desmentido la imagen negativa que puede asociarse al fenómeno migratorio. «La integración espontánea es la que ha triunfado y no tiene ninguna relación con las políticas públicas, sino con una actitud de la sociedad».

Sin embargo, recordó que el racismo sigue existiendo de la misma manera que lo hace el machismo. Aunque consideró que se ha avanzado mucho en materia de integración, es necesaria una mayor coordinación entre Administraciones, y más en un contexto de crisis.

Además, destacó que la población extranjera es fundamental para salir de la crisis. «No es cierto que vengan a quitarnos el empleo. La presencia de la inmigración supone que se mantenga el consumo de bienes y servicios». Así, aseguró que el «echar» a todas estas personas no significa «despejar puestos de trabajo», ya que muchos de ellos son menores y personas inactivas. Además, Díe, que antes de la crisis aseguró que en nuestro país hay inmigración porque el sistema económico la necesita, ratificó dicha afirmación. «Muchos españoles que están en paro, siguen rechazando los empleos más duros. Los extranjeros los aceptan, porque no tienen otra alternativa».

Asimimo, desmintió que hayan vuelto a sus países de origen de manera masiva en los últimos años.

Díe explicó también que los extranjeros que mayor esfuerzo hacen por integrarse son los extracomunitarios, «ya que dependen del trabajo para susistir». Por ello, aprenden el idioma, las costumbres y se esfuerzan más en relacionarse. Los ciudadanos que provienen de los países europeos como Alemania, Francia o Reino Unido, por el contrario, a veces nisiquiera intentan hablar la lengua española. «No necesitan relacionarse con nosotros».