Centro de Arte Reina Sofía
La máquina virtuosa
Aunque durante mucho tiempo para la historia su inventor fue Maezel, en realidad éste le robó la idea a un músico holandés, «la misma historia de Bill Gates y Aplee», ilustra el maestro Zoltán Kocsis, profesor invitado al décimo Encuentro de Música y Academia –vemos uno de los ensayos en la imagen– y uno de los grandes directores de orquesta de Europa, en una conferencia sobre el aparato en cuestión, el metrónomo. Un sofisticado mecanismo que mide el tempo, medida del ritmo, y muestra la velocidad a la que debe ser interpretada una pieza, pues «El tempo desentraña la verdadera belleza de las melodías», apunta el maestro Kocsis, y lo muestra con la obra del creador Béla Bartók. «Stravinsky decía que si un intérprete o un compositor quiere mostrar los detalles más importantes de una obra, estos son el tempo y la velocidad», rememora para explicar lo fundamental que es el metrónomo en la música clásica, y apuntala:«El músico debe convertir el tempo en su lengua materna», y para ello la máquina de inverosímil nacimiento es, para los más disciplinados intérpretes, herramienta imprescindible.
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