Conciliación

Huelga de ilusión

La Razón
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Está claro que hace falta reactivar la economía a toda costa, pero con la suerte que tiene este Gobierno con todo lo que toca, hace falta mucha fe para creer que la reforma laboral reducirá el paro y el empleo precario dejará paso al empleo indefinido. Y es que por desgracia para todos, lo que quería mejorarse, ha logrado el efecto contrario. La Ley del aborto, por ejemplo, ha conseguido que a las jovencitas ya no les preocupe lo más mínimo un embarazo no deseado. La Ley de violencia de género discrimina al hombre y vulnera su derecho a la presunción de inocencia, algo anticonstitucional. La Ley de Dependencia no llega... Los valores, la familia, las tradiciones… son despreciados y hasta las palabras se cambian según conviene. Es curioso, resulta que cuando más se habla de libertad, es cuando menos sentimos tenerla. Incluso llegan los recortes que prometieron que jamás llegarían y fuentes sindicales no hacen más que anunciar que no van a tener más remedio que actuar, pero se limitan a amenazar, pactar y aplazar. No hay dinero, pero a las plataformas y organismos que más convengan, no les faltará sustento. Si no tuvo éxito la huelga de empleados públicos es porque los convocados ni eso se pudieron permitir, por cuestiones económicas. Ahí radica su libertad. En la que llevan tiempo en huelga permanente es en la huelga de ilusión.