Literatura
Las Ventas de sol a sol tras el objetivo
El fotógrafó Juan Pelegrín presenta de una manera inédita, siguiendo las horas, un libro sobre la plaza madrileña con textos de Luis Francisco Esplá.
Puede considerarse un hito en el mundo de la fotografía del toreo. Juan Pelegrín acaba de publicar «Un día en Las Ventas», un libro de fotografías «en el que había que intentar una estructura que no fuera la de siempre». El libro se sirve de las horas del día para descubrirnos la que Pelegrín entiende como «La Plaza» con grandes letras. Acompañando y vistiendo una selección de las mejores fotos de la plaza madrileña a lo largo de todo un día, están los textos de Luis Francisco Esplá, matador, maestro y «capaz de expresar una tauromaquia entera en dos líneas».Para captar la pasión que está plasmada en el libro hay que entender que el autor se ha criado, en ésa, su casa, desde pequeño. «Con doce o trece años comencé a asistir como aficionado; allí vi impresionado la importancia de la Fiesta reflejada en las caras de los toreros y en los nervios de los ganaderos». Considera el capítulo de la lidia en el ruedo muy relevante pero «no es el más importante. Todo empieza por la mañana y termina por la tarde, todo un día»Cuando le preguntas por los textos del maestro Esplá le cambia el tono de voz. «Aportan una vision muy personal de los festejos taurinos y la forma de contarlo también es especial. No son textos taurinos al uso, y eso se ve. Se fija en cosas no descritas y lo cuenta con gracia, pero cuando se pone serio lo admiro muchísimo. Considero que es el que mejor sale en las fotos, me encanta su expresividad y cómo se le ve en la cara del toro»Si tiene que elegir un recoveco, un sitio favorito de la plaza, no lo duda en absoluto: «El público es muy interesante, pero mi lugar preferido, donde se vive más la Fiesta, es en el túnel de cuadrillas. Antes de que todo empiece, los nervios por lo que va a suceder en unos minutos: ahí no sólo se juegan la vida, sino más cosas, parece que en ese momento no existe nada más importante».Cuando se enfrentaba a la selección para confeccionar la obra se encontró con más de una dificultad. «La mayoría de las fotos están hechas en días de corrida, eso significa una dedicación de entre 12 y 14 horas; luego está el volumen, sólo del año pasado calculo unas 40.000 instantáneas, aunque anualmente suelen rondar las 25.000». La hora más complicada para Pelegrín en Las Ventas es «la del reconocimiento de los toros, por la mañana: las luces de los corrales, los días de sol, con sombras muy fuertes, son difíciles de resolver pero me encanta el reto y los resultados son sorprendentes». Destacar un libro de fotografías de la Fiesta Nacional ha de hacerse con mucho tiento y aportando algo que lo haga distinto, diferente. «Me resultaba complicado resolver un dilema, no quería que fuera un libro estrictamente narrativo, pero tampoco sólo artístico. Decidí que se trataba de un punto de encuentro entre las dos formas de verlo. En la base de la selección están por supuesto las que te gustan; luego aquellas que no son malas, pero no destacan por lo artístico sino porque ayudan a contar la historia, a darle otro punto de vista. Siempre he sido muy ordenado y aquellas que me van gustando las voy separando. Es muy importante tener en la cabeza toda tu obra»
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