Ciudad del Vaticano

El Papa reivindica la dignidad de los enfermos

El Papa Benedicto XVI ha invitado a promover "la cultura de la vida"y a "poner en el centro el valor del ser humano", al tiempo que ha reivindicado la dignidad de las personas aquejadas de alguna enfermedad.

"Cuando la investigación científica y tecnológica es guiada por auténticos valores éticos es posible encontrar soluciones adecuadas para la acogida de la vida naciente y para la promoción de la maternidad", ha afirmado el Pontífice, con motivo de la Jornada por la Vida, que este domingo se celebra en Italia.

Por este motivo, el Santo Padre, que ha saludado a la delegación de la Facultad de Medicina y Cirugía de la Universidad de Roma, ha invitado a que "las nuevas generaciones de agentes sanitarios sean portadores de una renovada cultura de vida".

Asimismo, ha recordado que el próximo 11 de febrero se celebrará la Jornada Mundial del Enfermo, por lo que también ha instado a los profesionales sanitarios a reconocer en el enfermo "no sólo un cuerpo marcado por la fragilidad, sino a una persona a la que se debe dar toda la solidaridad y ofrecer respuestas adecuadas y competentes".

"Según la fe y la razón la dignidad de la persona es irreducible a sus facultades o a las capacidades que puede manifestar, y por tanto no se hace menos cuando la persona misma es débil, discapacitada o necesita ayuda", ha explicado Benedicto XVI, que ha recordado que "Dios se hace cargo del hombre en toda situación, comparte el sufrimiento y abre el corazón a la esperanza".

Pide que Egipto recobre la convivencia pacífica y la tranquilidad
Benedicto XVI expresó hoy su preocupación por la situación en Egipto e hizo votos para que ese país "recobre la tranquilidad y la convivencia pacífica", teniendo en cuenta el bien común de todos sus ciudadanos.

El papa hizo esta manifestación, la primera pública sobre la situación en Egipto, ante varios miles de personas que asistieron en la plaza de San Pedro al rezo del ángelus dominical.

"En estos días sigo con atención la delicada situación de la querida nación egipcia. Pido a Dios que esa tierra, bendecida por la presencia de la Sagrada Familia, recobre la tranquilidad y la convivencia pacífica, teniendo en cuenta el compromiso compartido para el bien común", dijo el Obispo de Roma.

Las relaciones entre la Santa Sede y Egipto atraviesan un enfriamiento después de que el pasado 11 de enero, el Gobierno egipcio llamara a consultas a su embajadora en el Vaticano por las manifestaciones de Benedicto XVI sobre el atentado contra una iglesia en Alejandría, en el que murieron 23 cristianos coptos.

El 1 de enero, horas después del atentado, Benedicto XVI denunció la persecución que sufren los cristianos y pidió a los responsables de las naciones tutelar los derechos de esta comunidad y frenar la intolerancia religiosa. El Gobierno egipcio consideró esas palabras una injerencia en sus asuntos internos.

El Vaticano también está "preocupado"por las relaciones con los musulmanes, después de que Al Azhar, la institución más prestigiosa del mundo musulmán, con sede en El Cairo, congelara el 20 de enero el diálogo con la Santa Sede en protesta, asimismo, por las declaraciones del Papa por el atentado de Alejandría.

Al Azhar justificó su decisión alegando a "las repetidas declaraciones negativas"de Benedicto XVI sobre el islám y sobre la "supuesta discriminación"que sufren los fieles de otras confesiones en Oriente Medio.

El cardenal Jean Louis Tauran, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, expresó hace varios días su "preocupación"y dijo que le gustaría "entender bien"cuáles son los motivos que llevaron a Al Azhar a tomar esa decisión.

En su llamamiento de hoy, Benedicto XVI no hace referencia alguna a los gobernantes egipcios, sino que se dirige directamente a Dios para pedir la pacificación de Egipto.