Un grupo de radicales revienta la apertura del curso universitario en la UMU

murcia- Finalmente no pudo ser. El acto de inauguración del curso académico de las universidades públicas de la Región de Murcia, que estaba previsto para el día de ayer, fue suspendido tras la irrupción de varios centenares de manifestantes, convocados por los sindicatos pertenecientes al Comité de Resistencia para la Defensa de la Universidad Pública, integrado por estudiantes, sindicalistas, empleados públicos e interinos que protestaron por los recortes y el impago de la deuda de la Comunidad a las universidades públicas.
Fue una mañana en la que se vivieron distintos momentos de tensión. Sobre todo en la entrada, donde hubo empujones y forcejeos entre un grupo de radicales y los responsables de seguridad que les impedían el paso. También cuando los manifestantes ocuparon la sala donde se iba a desarrollar el acto, invadieron el escenario del salón de actos y recibieron a los rectores de la Universidad de Murcia (UMU), José Antonio Cobacho, y de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), José Antonio Franco, entre pitidos, abucheos y gritos de «fuera», «dimisión» y pancartas de «menos protocolo y más educación» o «-corrupción+educación=solución». Otro de los momentos «tirantes» fue cuando un alumno se dirigió al consejero de Universidades, José Ballesta y le recriminó que desde la subida de las tasas de las matrículas de la universidad ya no podía estudiar. Cobacho explicó que, ante la imposibilidad de desalojarlos pacíficamente, se optó por la suspensión de la ceremonia de apertura de curso que se iba a celebrar de forma conjunta con la UPCT. También criticó que se había producido «un acto de gamberrismo inadmisible». Cobacho responsabilizó de lo ocurrido no solo a los estudiantes que ocuparon el salón de actos de la Facultad de Economía, y las inmediaciones del edificio, sino, también, «a otras personas que en los últimos días han estado aventando esto, propiciándolo e impulsándolo». Visiblemente molesto por lo ocurrido, Cobacho defendió que «España no saldrá adelante con actos de gamberrismo como el que hemos vivido, y nuestra credibilidad ante Europa será cada vez menor», al tiempo que añadió que «siempre he sido partidario del diálogo, y de hecho he intentado hablar con quienes se encontraban en la mesa presidencial, pero se han negado; esto no me había ocurrido nunca en los siete años que estoy al frente de esta institución y en el tiempo en que desempeñé, anteriormente, otros cargos académicos». Del mismo modo, José Antonio Franco lamentó lo ocurrido, «porque quienes han impedido que se celebre el acto han perdido la oportunidad de conocer lo que se está haciendo en nuestras universidades, los proyectos que hay en marcha, los objetivos y, en suma, nuestro compromiso con la sociedad, a la que nos debemos». Los incidentes fueron reprobados asimismo por Ballesta quien explicó que «en el acto se iba a dar cuenta de avances fructíferos, en materia del pago de la deuda a las universidades, tras una reunión mantenida recientemente con los rectores», y por el delegado del Gobierno, Joaquín Bascuñana. Sotoca también opinó que «las universidades han sido siempre foros de libertad, donde cada cual ha tenido la oportunidad de expresar su opinión» y, a su juicio, la suspensión del acto ha impedido a los rectores de las universidades y al consejero del ramo «ejercer su derecho al uso de la palabra». El programa del acto incluía la presentación de la memoria académica correspondiente al curso pasado y la entrega del premio Rector Loustau al Espíritu Universitario y los Valores Humanos, que convoca el Consejo Social de esta institución docente, al catedrático Pascual Parrilla. Cobacho le indicó al propio Parrilla que «lo llevaremos a cabo en Santo Tomás de Aquino».