España

Las bajas laborales caen un 21 por ciento en la Comunitat desde 2007

Los valencianos cogen menos bajas, pero éstas tienen una duración más larga que la media del resto del país. 

Las bajas laborales caen un 21 por ciento en la Comunitat desde 2007
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VALENCIA- El factor miedo es la principal explicación para que en los últimos tres años, los que van ya de crisis, el número de bajas laborales haya descendido un 21 por ciento en la Comunitat Valenciana. El temor a que, al ausentarse un tiempo del puesto de trabajo, la empresa ejecute un despido, ha hecho mella entre los trabajadores y provoca que en muchas ocasiones no se utilice la baja cuando realmente es necesaria, lo cual disminuye la calidad de vida del trabajador.
Así lo aseguró ayer el presidente de la Asociación de Médicos del Trabajo de la Comunitat Valenciana, Santiago Villar, quien también señaló que el descenso que se ha producido en la Comunitat es el doble que el del resto de España, donde la bajada en el número de enfermedades laborales ha sido del once por ciento.
Villar resaltó que, si bien durante los dos primeros años de la crisis la caída fue rápida y estrepitosa, hasta abril de 2010 los datos ya se han moderado, siendo la bajada en la Comunitat de un cuatro por ciento.
Además, la media de bajas en el ámbito español es mayor que en la Comunitat. Concretamente, en abril de este año, de cada mil trabajadores valencianos, 18 utilizaron este recurso, mientras que la media española en este mismo periodo fue de 26.
En cuanto a la duración de estos periodos por enfermedad, los valencianos superan en tiempo al resto de españoles. La media española es de 39,55 días, mientras que la de la Comunitat Valenciana es de 60 días. De hecho, la duración media de estos periodos se ha incrementado en la Comunitat en un 13,77 por ciento desde el año 2007, mientras que en España lo ha hecho en un 5,24.
La explicación que ofrece Villar para este aumento de la duración, es que han desaparecido las falsas bajas que existían hasta antes de empezar la crisis, es decir, pequeñas dolencias, que en realidad no impedían acudir al lugar de trabajo, y que duraban unos días. Ahora han permanecido sólamente las verdaderas.
Villar señaló que en estos tres últimos años, a pesar de que ha caído el número de bajas, ha empeorado la salud de los trabajadores. Ello se debe a la precariedad laboral, que crea un estrés en el trabajador; la sobrecarga de trabajo, puesto que se han reducido notablemente las plantillas; el aumento de la tensión entre los propios compañeros, con los consiguientes problemas de comunicación, y otros factores, como el aumento de los problemas familiares derivados precisamente de la crisis.