Espanyol
Cuarto tropiezo de «Mou»
El Real Madrid tuvo más la pelota, gozó de más ocasiones y Cristiano lanzó una falta al larguero que pudo darle el triunfo, pero salió de Almería con dos puntos menos en las cuentas de Mourinho, Florentino y la totalidad de los aficionados madridistas, que no esperaban el batacazo ante un rival entusiasta, pero muy inferior, como es el equipo de José Luis Oltra.
Y el dedo acusador apunta a Mourinho, que prefirió jugar con Kaká y dejar en el banquillo al saciado Benzema. La cosa no funcionó, el equipo jugó sin referencia ofensiva, faltó claridad ante el buen guardameta que es Diego Alves y, además, estuvo muy atascado en el centro del campo, lo que permitió al ordenado Almería no descolocarse y aguantar los arreones indivuales que comandaba Cristiano Ronaldo, siempre dispuesto a echarse el equipo a la espalda.
Sin embargo, fue el Almería el que encontró la gloria con el gol de Ulloa, lo que obligó a Mourinho a mover el banquillo. Entró Granero y marcó su primer tanto de la temporada para que el Real Madrid apretase y buscase el triunfo en unos minutos finales de tensión y cerco sobre el portal almeriense. Cristiano la tuvo en el último suspiro, pero el larguero rechazó su disparo y el Real Madrid se deja a orillas del Mediterráneo algo más que dos puntos en una Liga en la que el Barcelona no hace concesiones.
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