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El circo de Álex de la Iglesia

Entre el desconcierto del mundo del cine, el director anuncia su dimisión como presidente de la Academia de Cine por el acuerdo alcanzado por el PP, CiU y PSOE para luchar contra la «piratería». Esperará al 13 de febrero, día de los premios Goya.

De la Iglesia dimitirá como presidente de la Academia tras la gala de los Goya
De la Iglesia dimitirá como presidente de la Academia tras la gala de los Goyalarazon

Ni director general ni presidente. La Academia de Cine se queda huérfana de padre y madre el mismo año que sus premios, los Goya, cumplen 25. El runrún comenzó anteayer en Twitter, la red social de la que Álex de la Iglesia se ha valido durante los últimos meses para debatir sobre la normativa, minutos después de que el PP, CiU y PSOE alcanzaran un acuerdo sobre la ley «antipiratería». El director criticó la enmienda conjunta e insinuó su retirada: «Me temo que es la única opción», dijo en respuesta a otro «twittero». Ayer, la propia Academia de Cine se enteraba por la edición digital de un diario que tras la gala de los Goya, que se celebra el próximo 13 de febrero, presentaría su dimisión: «En este país cambiar de opinión es el peor de los pecados. Creo que tenemos instalado el chip de la intransigencia desde hace tiempo.

No voy a dejar de discutir, pero, francamente, prefiero hacerlo como director que como presidente», aseguró en el citado artículo. Aunque aguante hasta la ceremonia de los Goya, en la que su cinta «Balada triste de trompeta» opta a 15 premios, De la Iglesia se ha convertido un año más en el protagonista de la gala. Si el año pasado lo hacía gracias a un tirón de orejas al gremio que representa, este año la expectación ante su discurso será irremediable.

Extrañeza general

«No me considero responsable. Confío en que reconsidere su decisión y siga trabajando para la Academia», dijo a Efe la ministra de Cultura en un día en el que el desconcierto en el mundo del cine era generalizado. «Extraña, porque él ha sido una de las personas que más ha luchado por esta ley», explicó el productor Enrique Cerezo. No es el único en no entender la decisión. Gerardo Herrero, productor de su película «Balada triste de trompeta», comentó que no comparte la opinión de De la Iglesia sobre la ley «antipiratería» y que ya conocía sus deseos de abandonar la Academia desde el pasado sábado, momento en el que todavía no se había materializado el acuerdo conseguido anteayer. «Me sabe mal», aseguró por su parte Agustí Villaronga, candidato al Goya al mejor director y al mejor guión por «Pa negre» entre otros, «porque ha hecho mucho y muy bien». El presidente de la patronal de las discográficas fue más crítico con la decisión del cineasta. Antonio Guisasola dijo que le queda la duda de «si ha dimitido porque le parece mal perseguir la "piratería"en internet o porque se persigue poco».

Desde la propia Academia no han podido aportar mucho más, ya que ayer por la tarde esta institución todavía no había recibido ninguna notificación oficial ni oficiosa sobre la salida de su presidente. «Mientras no nos digan nada, no haremos ninguna comunicación. Nosotros nos hemos enterado por internet, como los demás», confiesa un portavoz de la Academia.

Precisamente, durante la misma mañana en la que el presidente anunciaba su dimisión, la institución hacía pública la convocatoria a unas jornadas para acercar posiciones entre internautas y creadores. «Son consecuencia de un primer encuentro convocado por el presidente el pasado 30 de diciembre. Tras el pacto de los grupos parlamentarios para dar vía libre a la "antipiratería", creadores y usuarios de la red debatirán sobre la nueva realidad legal, así como sobre los retos de las industrias culturales», rezaba el comunicado. Tras el palo que supone la salida de De la Iglesia, parece improbable que dichas jornadas lleguen a buen puerto.

De esta manera, la Academia tiene al productor Eduardo Campoy como director general en funciones desde que Carlos Cuadros dimitiera para ejercer el mismo cargo pero en el Instituto de Cine. «Estamos en el proceso de selección, que finalizará a finales de febrero», dijo Campoy. Si el director no cambia de opinión, en breve tendrán que iniciar también el de un nuevo presidente.

La Federación que agrupa a los productores audiovisuales, Fapae, también pidió al director que reconsiderara su postura y aseguró en un comunicado: «Como bien sabe Alex de la Iglesia, de poco valen las enmiendas a la totalidad cuando no se presentan alternativas. Él ha intentado que aparezcan esas alternativas, lo cual para Fapae es realmente encomiable».

Gran perjudicada

«Tengo que reconocer que estos dos años al frente de la Academia han sido de los mejores de mi vida –explica el realizador–. Comencé reconociendo que me bajaba películas, sobre todo porno, y eso sentó fatal a los distribuidores, a los exhibidores y a toda la profesión en general». Termina con un enfado monumental por el acuerdo parlamentario más respaldado de esta legislatura. Y con una gala de los Goya en el Teatro Real como nunca antes se había organizado y que, lamentablemente, será la gran perjudicada de todo este desaguisado.


El detalle: los 30.000 hijos de Álex
«Si Álex dimite de la presidencia de la Academia, yo como miembro también dimito. Hasta ahí podíamos llegar...», decía Santiago Segura, en serio o no, en Twitter horas después del anuncio de Álex de la Iglesia. Y es que la red social se ha convertido en el medio de expresión favorito de los directores. El realizador de «Balada triste...», con cerca de 30.000 seguidores, se desconectó, sin embargo, del mundo virtual. Tras días de intensa actividad en las redes sociales, esas que le sirvieron de principal contacto con los detractores de la ley «antipiratería», De la Iglesia ha decidido abandonar hasta la Academia. Lejos quedan ya sus palabras cuando fue elegido presidente en junio de 2009: «Hay que pasar a la acción, implicarse y colaborar para que el cine español mejore su imagen».