Las dos caras de las motos

La jornada había comenzado fenomenal para los españoles en Misano. En la cilindrada pequeña, Márquez, Terol y Vázquez lograban el «triplete» y se esperaba con ilusión que Toni Elías, como así ocurrió finalmente, no fallara en el cuarto de litro. Mandaban Elías y Julián Simón cuando el joven piloto japonés, 19 años, Shoya Tomizawa, se iba al suelo con la mala suerte de que De Angelis y Redding, que iban justo detrás, le atropellaban. El primero en dar la alarma fue Ángel Nieto en TVE. «¡Daño, daño!», exclamaba el zamorano, mientras Crivillé trataba de tranquilizarlo. Se consumó la carrera, el japonés había sido trasladado en ambulancia al hospital de Cesena y Toni Elías celebraba su triunfo en el podio sin conocer el alcance definitivo de la tragedia.

Los pilotos comentaban el accidente, se dio la salida a MotoGp, Pedrosa y Lorenzo volaban a por el doblete para completar otra jornada histórica para los españoles cuando los presagios de Ángel Nieto se cumplieron. La noticia del fallecimiento de Shoya Tomizawa llenó de lágrimas el circuito. Los pilotos se miraban, no hablaban y las caras de Pedrosa, Lorenzo y Rossi en el podio, en donde no hubo champán, denotaban la tristeza por la muerte de un compañero, del que todos dijeron que era dicharachero y muy buena gente. Desde 2003, en que otro japonés, Daijiro Katoh, perdió la vida en Suzuka, no había habido más muertos en el Mundial. El Gran Premio de San Marino de 2010 pasará a la historia por la tragedia y no por los triunfos de los pilotos españoles. Y es que las motos también tienen dos caras.