Elecciones en Francia
«No es posible una transición a la española»
Marsa MaTrhu (Egipto)- Abul Futuh, ex miembro de los Hermanos Musulmanes, compite codo con codo contra el candidato liberal, el favorito Amro Musa, para conseguir la presidencia de Egipto. Esta semana, LA RAZÓN viajó con el autobús de campaña de Futuh. «Sólo quiero mirar al futuro de Egipto, no al pasado», aseguró a este diario, y matizó que en Egipto no es posible una transición a la española, con la inclusión de miembros del régimen anterior. «Mi objetivo es recuperar la unidad entre todos los egipcios», recalcó a una pregunta de este periódico, y para ello apela tanto a los salafistas (corriente radical del islam) como a los liberales y revolucionarios.
Ya ha conseguido el apoyo del ejecutivo de Google que inició la revolución egipcia en la red, Wael Ghonim, y el del principal partido salafista, Al Nur, que logró más del 20% de los votos en las elecciones parlamentarias. Se calcula que los extremistas pueden movilizar a varios millones de votantes ahora.
En la provincia de Marsa Matruh, donde Al Nur arrasó en los pasados comicios, los jeques tribales de la zona reciben a Abul Futuh con una comida tradicional y el candidato se sienta con ellos en el suelo, con su traje de chaqueta: come con las manos y les promete que esta región en el extremo oeste de Egipto, en el desierto fronterizo con Libia, no volverá a ser marginada.
A Abul Futuh se le acusa de ser conservador con los salafistas, liberal con los seculares y haber hecho promesas para conseguir el apoyo de unos y otros, que luego no podrá cumplir. En Marsa Matruh, ante una audiencia exclusiva de hombres barbudos, es difícil imaginar la igualdad para las mujeres, como reza su programa electoral. También es difícil entender cómo éste puede ser el candidato de muchos cristianos coptos, que representan un 10% de la población egipcia, y que han sido cautivados por su proyecto inclusivo y moderado.
«Abul Futuh siempre tiene el mismo discurso, coherente, ante los salafistas o ante los liberales», asegura a LA RAZÓN su asesor Musaab El Gammal. «Puede ser liberal, conservador, radical de izquierda, todo al mismo tiempo», dice riéndose este joven islamista de izquierdas. Pero en la práctica, es extremadamente complicado, sobre todo a la hora de hablar de los temas más controvertidos, como la aplicación de la ley islámica. «Estamos trabajando sobre aquellos puntos en los que coincidimos todos, aunque por supuesto hay diferencias», admite el candidato, de forma honesta.
El candidato presidencial ha conseguido por el momento convencer a los egipcios residentes en el extranjero con su proyecto que pretende unir a todos los grupos e ideologías.
De los 600.000 votantes registrados para votar fuera de Egipto esta semana, más del 25% lo han hecho por él, según los resultados que dieron a conocer las embajadas ayer.
Este ensayo general de las elecciones presidenciales del próximo 23 y 24 de mayo sitúa a Abul Futuh a la cabeza de los candidatos, compitiendo directamente con el hasta ahora favorito Amro Musa, diplomático del ex presidente Mubarak.
El favorito de los cristianos egipcios
El general retirado Ahmed Shafiq, un expiloto de combate que fue el último primer ministro de la época de Hosni Mubarak, aspira a convertirse en el futuro presidente de Egipto atrayendo los votos de los nostálgicos del antiguo régimen. También cuenta con el apoyo de las minorías cristianas. A él se le atribuye la modernización de los aeropuertos egipcios y la reestructuración de la línea aérea nacional.
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