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OPINIÓN: Un año inmejorable

La Razón
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El partido ha sido durito y se ha visto a Rafa Nadal cansado. Todo lo sucedido el día anterior y la intensidad del duelo de semifinales contra Andy Murray tuvo influencia en la final. Luego está el rival, Roger Federer, del que no hace falta decir la calidad que tiene.
Había varios factores a favor del suizo. Con un entrenador, Paul Annacone, y no por libre, como en muchas fases de su carrera ha jugado de manera más ordenada y la pista se adecuaba mejor a sus características. Rafa ha intentado utilizar la táctica de siempre con Federer, jugarle muchas pelotas al revés alto, que es donde más flojea. Pero las características de la pista cubierta hacen que la bola sea más baja y eso favorece al actual número dos del mundo.
Ambos empezaron el partido algo fríos, como tanteándose, pero en el segundo set Nadal ha aumentado el nivel. Luego, por lo que sea, por el agotamiento, no ha podido confirmar esas buenas sensaciones en la tercera manga.
El resultado no debe ocultar la temporada de Rafa. Ha firmado un año inmejorable, con la conquista de tres «Grand Slam» en tres superficies diferentes. Ha demostrado que es el mejor del mundo y no se va a relajar pese a lo conseguido. Él trabaja para seguir mejorando en su tenis, para seguir haciendo historia y los títulos seguirán llegando.
Es un jugador diferente al que ganó el primer Roland Garros, por ejemplo. Es mucho mejor y puede seguir subiendo y ser más agresivo para acortar los puntos. Es de agradecer para el mundo del tenis que un fenómeno como él dé ejemplo constante. Además, tiene las lesiones y los dolores más controlados. Este año apenas ha tenido que parar.