Mas afirma que «nadie puede pretender» la enseñanza bilingüe

Artur Mas aprovechó ayer su primer mensaje institucional como presidente de la Generalitat con motivo de la Diada de Cataluña para advertir que su Gobierno no piensa modificar el sistema de inmersión en catalán en la escuela, por mucho que haya sentencias judiciales que reclaman que el castellano también sea lengua vehicular en la enseñanza. «Nadie puede pretender cambiar un determinado modelo de convivencia que, además, ha obtenido unos buenos resultados y que disfruta de un consenso social mayoritario», dijo el presidente catalán en su alocución desde la galería gótica del Palau de la Generalitat.

El presidente de la Generalitat defendió el modelo de inmersión en catalán «no como una finalidad en sí misma sino como un medio para conseguir una sociedad más cohesionada». «Es por eso que surgió en un contexto histórico de un gran consenso político y social, y continúa disponiendo de una aceptación social muy mayoritaria», razonó.

Según Mas, en los últimos tiempos se han visualizado «amenazas que pueden afectar a nuestro autogobierno» y citó en este sentido la reforma de la Constitución pactada entre PP y PSOE, y la reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que emplaza a la Generalitat a garantizar la enseñanza bilingüe en el plazo de dos meses. «Estos días, muchos catalanes han visto con una dramática claridad que la visión uniformista y excluyente de España afecta negativamente a todos los catalanes, con independencia de su lengua habitual, de su lugar de nacimiento o de sus creencias religiosas», afirmó.

El mensaje del presidente de la Generalitat puso el acento, sobre todo, en la vigencia del catalanismo en un momento en que, según su interpretación, se han hecho añicos las reglas de juego de la Transición porque los nacionalistas no han participado en la reforma de la Constitución. «Esto supone un cambio profundo del que Cataluña debe tomar nota, y que obviamente no será neutral ni inocuo en la relación entre Cataluña y el Estado», advirtió.

Mas inició su discurso apelando al orgullo de Cataluña en una fecha como el 11 de septiembre en la que, dijo, no se conmemora una derrota (la caída de Barcelona en manos de tropas borbónicas), sino «el espíritu de superación». «En estos tres siglos se han dado casi todas las circunstancia para que Cataluña desapareciera como realidad nacional. Lejos de eso, nuestro país es hoy el territorio más atractivo del antiguo Mare Nostrum, el Mediterráneo», aseguró.

Finalmente, el presidente catalán hizo un llamamiento para que toda la sociedad se comprometa con en estos años de «trascendencia histórica». «De nuestras actitudes y, sobre todo, de nuestras acciones dependerá el futuro de la nación», sentenció el presidente de la Generalitat antes de concluir su mensaje.