Berlín
y Van Rompuy dispara su propio plan contra el eje «Merkozy»
BRUSELAS-La presión no para de crecer en el camino hacia la cumbre de los líderes europeos de este jueves y viernes. La sensación de que el encuentro de los jefes de los ejecutivos de los Veintisiete será una final, con la misma supervivencia del euro en juego como ha reconocido la Comisión, aumentó ayer más, si cabía, con el serio aviso de Standard & Poor's. Para empezar a preparar el camino, y sobre todo amortiguar el impacto de la propuesta francoalemana presentada este lunes (que se puede atragantar a otros socios de la Unión), el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, envió a las capitales su borrador sobre las medidas que recomendará para reforzar la unión fiscal y económica de la eurozona.
El belga, que como presidente de las cumbres será el responsable de tejer el acuerdo final, se suma al consenso francoalemán, y que también apoya la Comisión, de realizar un control más estrecho de los presupuestos nacionales, con la posibilidad de que el resto de los estados miembros puedan presentar objeciones y pedir una revisión en caso de ir contra la estabilidad de la UE. También se alinea con Alemania al indicar que los eurobonos tienen una «perspectiva a largo plazo», a pesar de que esta solución es defendida por la Comisión y la mayoría de países y analistas como un blindaje eficaz del euro.
Pero Van Rompuy va más allá sobre dos pasos que sí podrían tener un impacto considerable para atajar la desconfianza que aumenta de manera exponencial en torno a la moneda común. Defiende que el mecanismo permanente de rescate, dotado con 500.000 millones de euros, pueda aumentar su techo incluso hasta los 900.000. Y, sobre todo, que dé «facilidad de crédito», según informaron fuentes de su círculo a LA RAZÓN, lo que implicaría que pudiera inyectar liquidez en el sector bancario.
La discusión pendiente será si se dota a este mecanismo de entidad bancaria para acudir a los recursos ilimitados del BCE, lo que le daría potencia de fuego ilimitada para proteger al euro frente a los mercados. Francia ya peleó por conseguir en la pasada cumbre del 26 de octubre una licencia bancaria similar para el fondo temporal de rescate (dotado con 440.000 millones de euros), pero Alemania se opuso y en su lugar se recurrió al aumento del fondo a través de una ingeniería financiera que ha terminado por fracasar.
Junto a este cortafuegos, que podría estar listo para 2012, si finalmente se adelanta la entrada del fondo permanente como piden París y Berlín, Van Rompuy sugiere de manera más inmediata una intervención del FMI a través de préstamos bilaterales, para lo que pide asegurar más recursos para estas ayudas. Según las mismas fuentes, se ha dejado deliberadamente sin concretar la procedencia de este aumento de los recursos, ya sea a través de un incremento de las contribuciones de los países socios al FMI, o a través de préstamos del BCE que luego volverían a la eurozona para aligerar la presión de los inversores, como se ha estado planteando como alternativa para sortear la resistencia de Fráncfort a intervenir directamente en los mercados, por violar su mandato estricto de vigilar la inflación.
De la lista de propuestas de Van Rompuy se ha caído, según afirman sus colaboradores, la suspensión de voto para los incumplidores con la disciplina fiscal, a pesar de que el pasado mes dijo ante el Parlamento Europeo que exploraba esta posibilidad.
Alternativas
1.- Fondo de rescate
Propone que el fondo de rescate de 500.000 millones aumente hasta los 900.000 y que pueda acceder a los recursos del BCE.
2.- Fondo Monetario
Una intervención inmediata del FMI por medio de préstamos bilaterales, aunque no especifica de dónde saldrían los recursos.
3.- Castigos y bonos
Olvida la suspensión de voto para los países que no cumplan el objetivo de déficit. Los eurobonos, aunque los defiende, quedan para el futuro.
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