Pacientes

Mayor control por Juan José Rodríguez Sendín

La Razón
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Independientemente de otras consideraciones, todas respetables, la píldora del día después debería dispensarse gratuitamente en los centros de salud o adquirirse mediante receta, pero siempre bajo la supervisión de un facultativo que además permitiría aconsejar e informar sobre otras alternativas y medidas preventivas contra enfermedades de transmisión sexual. La venta libre de este fármaco así como su uso indiscriminado en adolescentes pueden producir efectos secundarios a largo plazo que hoy desconocemos. No es aceptable poner a la venta libre un medicamento sin saber los posibles efectos adversos que puede tener para la salud. En los dos años y medio que han pasado desde la libre dispensación, la píldora postcoital se ha convertido en un método anticonceptivo más, que se toma a demanda, sin ningún tipo de control. Cualquier niña puede adquirirla y el único método de control es el precio de la misma para quienes pueden comprarla. Por eso siempre hemos manifestado que hasta que no haya estudios contrastados que confirmen que no perjudica a la salud de las menores se vuelva al sistema de dispensación profesional gratuita o mediante receta médica. La ministra de Sanidad ha anunciado que va a encargar un estudio sobre los efectos secundarios de este fármaco, pero ¿cómo se va a realizar? Nadie sabe las consecuencias del uso entre las menores y no hay estudios al respecto. Lo que sí sabemos que con un uso razonable en la mayoría de los casos, parece segura en las mujeres adultas. Esto no se puede extrapolar a las menores porque su cuerpo está en pleno desarrollo y la píldora del día después, especialmente con un uso indiscriminado, puede tener consecuencias para su salud.

Juan José Rodríguez Sendín
Presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos