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Ana Arias: «Yo no hubiera anulado el gol del Madrid al Barça»

«Nací en Madrid en 1982. Estoy soltera, no tengo hijos, valoro la honestidad y el consecuente, y detesto lo contrario. Me siento orgullosa del esfuerzo que hago para intentar aprender de cada problema en vez de hundirme, y me arrepiento de no haber atendido a algunas personas como merecían cuando pasaron cosas.

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–Viéndola hacer de Paquita en «Cuéntame» nadie imaginaría que usted cuida tanto su alimentación como para tener una tienda de alimentos ecológicos (Malasaña Natural).
–Es lo bueno que tenemos las actrices, que cuanto menos nos parezcamos a nosotras mismas mejor trabajo estamos haciendo.

–Si considera tan fundamental cuidarse por dentro, también le será imprescindible cuidarse por fuera, es decir, hacer deporte, ¿no?
–Sí, por supuesto, que es imprescindible. Pero las cosas vienen siempre de dentro a fuera y si tú estás bien de alimentación y de felicidad por dentro, por fuera el aspecto va a ser mucho mejor, seguro.

–¿Qué deporte hace?
–Me gusta mucho el «spinnnig», tengo un profesor maravilloso y me he enganchado. Y, si no, cuando salimos al campo también me gusta la bici.

–Claro que también hace deporte con el alma, o algo así es el teatro social, ¿no?
–Sí, entrenar el corazón para que no acepte cualquier cosa. Estamos viendo un mundo un poco raro y algo tendremos que hacer, sí. Es tanta la información de muertes, injusticias y demás cosas horribles que nos acabamos acostumbrando y ya no nos duele. Creo que hay que recuperar un poco de humanidad. Nosotros analizamos la realidad y entrenamos técnicas de teatro aplicadas a lo social para ser capaces de hacer acciones que despierten a las personas.

–¿Y tiene equipo, como el resto de los mortales?
–Me gusta el Barça.

–Pues estará usted contenta de cómo pitan los árbitros, ¿no?
–Bueno, no sé. Todo el mundo a veces se equivoca. De todas maneras, el gol que anularon del Madrid pienso que no deberían haberlo anulado. O sea, pienso que se tiraron los dos, primero Cristiano y luego Mascherano, y sólo vieron al del Barça…Vamos, yo no lo hubiera anulado; pero, aun así, aunque lo hubieran metido. tampoco hubieran ganado nada.

–Estar en «Cuéntame» es estar en Primera División. ¿Cobra usted lo mismo que Piqué?
–Ya me gustaría a mí.

–Lo que sí sé es que casi canta mejor que su novia, Shakira…
–¿Ah sí? Pues la verdad es que cantar me gusta muchísimo y me pone muy pero que muy contenta. Es que mi profesor de canto se fue de Madrid y ahora estoy con ganas de volver otra vez.

–Y con lo ágil que está, ¿el día de mañana se atrevería con un musical?
–Ah, bueno, pero ningún problema, me gustaría muchísimo, de hecho.

–Y dígame eso de que tener tres niños hace que esté usted pensando en tener no ya tres, sino un equipo de fútbol completo.
–Pues no, un equipo de fútbol no, pero sí me parece importante que los niños tengan hermanos. Yo creo que dos estaría bien.

–¿Hay algún otro deporte que siga además del fútbol?
–El fútbol no lo sigo, sólo cuando juega el Barça, y me gusta mucho el patinaje sobre hielo.

–¿Qué tienen los futbolistas para gustarle tanto a mujeres tan guapas e interesantes?
–No tengo ni idea, porque no he conocido ningún futbolista que a mí personalmente me haya llamado la atención. Hombre, supongo que el hecho de la fama, el dinero y el buen cuerpo son cosas que atraen, pero eso es tan personal… A mí, por ejemplo, no me ha pasado, aunque Iker Casillas es bien majo…

–Por cierto, que usted con «Cuéntame» ya tiene más popularidad que un futbolista de la Selección…
–Fíjate…Pues nada, lo que es una suerte es seguir haciendo una serie de calidad y que a la gente le siga gustando.

En primera persona
«Nací en Madrid en 1982. Estoy soltera, no tengo hijos, valoro la honestidad y el consecuente, y detesto lo contrario. Me siento orgullosa del esfuerzo que hago para intentar aprender de cada problema en vez de hundirme, y me arrepiento de no haber atendido a algunas personas como merecían cuando pasaron cosas. Soy alegre, trato de ir con la verdad por delante y soy un desastre organizativamente hablando.

No tengo claro si perdono, porque me cuesta cuando me han mentido, por ejemplo, y me resulta difícil recomponer. Y no olvido. A una isla desierta me llevaría un buen libro y a mi pareja. No tengo manías, que yo sepa, ni sueños que se me repitan. De mayor me gustaría ser una actriz cuyos trabajos no sólo repercutieran en el ego o en la cuenta bancaria sino que sirvieran para ayudar a cambiar las cosas, y si volviera a nacer sería actriz».