Burgos

Muerte entre bidones de gasolina

«Fue provocado», aseguraron los vecinos de la Urbanización Puerta Galea de Colmenar Viejo ante los restos humeantes de la vivienda que se calcinó la madrugada del lunes. Una fuerte explosión les despertó a todos pasada la medianoche y, cuando salieron a comprobar qué había sucedido, encontraron la vivienda en llamas y los bomberos, en su interior, a un hombre de unos 45 años y nacionalidad española al que intentaron reanimar sin éxito

Durante las labores de extinción explotaron varias garrafas más de combustible
Durante las labores de extinción explotaron varias garrafas más de combustiblelarazon

 El fallecido presentaba quemaduras de segundo y tercer grado en el 50 por ciento de la superficie de su cuerpo. Las sospechas se avivaron cuando, durante la extinción de las llamas, varios bidones de gasolina continuaron estallando en la casa, amenazando con quemar los coches de los bomberos y los edificios contiguos. Al parecer, la vivienda estaba repleta de contenedores con combustible.

Casi al mismo tiempo, la mujer del fallecido sufría un accidente de tráfico en la carretera de Burgos, a apenas cincuenta kilómetros del lugar del suceso. Según el personal sanitario que acudió a su rescate, la esposa confesó que había intentado suicidarse estrellando el coche, que también tenía varias garrafas de gasolina en su interior, tras asesinar a su marido.

La Guardia Civil comprobó que la mujer residía en el domicilio calcinado, por lo que tomó varias muestras de entre los restos para analizar y corroborar que el fuego fue provocado. Asimismo acudieron al hospital Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes, donde fue ingresada la mujer, para interrogarla. En el centro hospitalario se realizaron varios análisis médicos a la mujer para determinar si había tomado alcohol o algún tipo de pastillas.

Del mismo modo, la Benemérita espera a su vez obtener más datos de la autopsia del fallecido. Mientras tanto no descartan ninguna hipótesis sobre el origen del fuego, el accidente de la mujer y la muerte de su pareja. A la Guardia Civil no le consta que haya denuncias previas ni por malos tratos ni por ningún otro motivo.

Pareja desconocida
Una vecina, Gemma Bercial, contó que dieron golpes en la puerta de la casa a la vez que gritaban insistentemente «Paca, Paca» para ver si la mujer estaba bien, ante la suposición de que si alguien se encontraba dentro era ella, puesto que no tenían idea de que estuviese casada. Tampoco la mujer era muy conocida, sólo de «hola y adiós» y la casa siempre estaba cerrada y con las persianas bajadas aunque ella salía a trabajar a una empresa de seguridad, según dijeron tanto Gemma como su hermano José María, que vive en otra casa situada en la misma calle.