La Casa Real aparta a Urdangarín por su comportamiento «no ejemplar»

En un desayuno con la Prensa sin precedentes –según los corresponsales más veteranos–, la Casa del Rey anunció ayer que Iñaki Urdangarín será apartado de la agenda de la Familia Real y no participará en ningún acto oficial. Aunque el nuevo jefe de la Casa de Su Majestad, Rafael Spottorno, insistió en que hay que respetar la «presunción de inocencia» del Duque de Palma, las filtraciones del «caso Babel» tienen la suficiente enjundia como para calificar el comportamiento de Urdangarín, cuando menos, de «no ejemplar». La desaparición pública de Urdangarín, al que no se ve junto a los Reyes en un acto oficial desde el 12 de octubre, ha sido una decisión tomada «de mutuo acuerdo». La posible imputación del marido de la Infanta de Cristina en un delito de apropiación de caudales públicos a través del Instituto Noos podría llevar a revisar también el papel de la propia Infanta. «Eso ya se verá, se andará el camino conforme se vaya haciendo», dijo Spottorno.

Con evidente pesar, el jefe de la Casa de Su Majestad lamentó el «juicio paralelo» que, «se mire como se mire», está sufriendo el yerno del Rey y que recuerda, según dijo, «al mejor estilo de otros regímenes y épocas». Este goteo mediático coloca a Urdangarín «en la peor de las situaciones posibles» con la publicación de datos secretos para él pero «públicos para cualquier otro». Una situación que calificó de «injusticia en estado casi puro».

La rapidez en la resolución judicial sería deseable, aunque Spottorno expresó el «respeto absoluto al trabajo de jueces y fiscales en esta instrucción» y en un proceso judicial que debe de cursar con toda la normalidad posible. Lo cierto es que la falta de «ejemplaridad» del Duque de Palma ha creado una crisis de hondo calado que la Casa del Rey lidia como puede. Rodeado de una veintena larga de periodistas, el veterano diplomático aseguró que la «autocrítica es sana» y se aventuró a recordar que la Monarquía, igual que «muchas otras Instituciones del Estado», ha bajado varios puntos en la valoración ciudadana, tal y como indican las encuestas del CIS, por una evidente falta de «confianza».

La convocatoria a los medios de comunicación llegó apenas un día después del segundo comunicado del Duque de Palma – «consorte», tal y como puntualizó Spottorno–. Si en el primero aseguró que tenía intención de defender su «honorabilidad» en la gestión del Instituto que presidió entre 2004 y 2006, en el que leyó el sábado desde su casa de Washington DC se disculpaba por el «perjuicio» que sus actividades «privadas» hubieran podido causar a la imagen de la Corona.

Salga o no en la foto, lo que parece claro es que Urdangarín seguirá siendo parte de la Familia Real. Spottorno recordó que su composición es la misma de siempre, la que está «inscrita en el Registro Civil». Jaime de Marichalar sólo dejó de pertenecer a ella tras su divorcio de la Infanta Elena.

La vuelta de Rafael Spottorno a la Casa del Rey el pasado 30 de septiembre –ya ejerció de secretario general entre 1993 y 2002– ha sido de todo menos tranquila. Con una cierta dosis de ironía no exenta de resignación, Spottorno dijo que «así son las cosas, es como cuando alguien tiene un hijo y le puede querer más o menos, pero no puede dejar de ser hijo».

EL CASO EN FECHAS
-11 NOVIEMBRE 2011
La Casa Real se desvincula de la defensa de Urdangarín.
- 9 DICIEMBRE 2011
La Zarzuela aclara que las Infantas seguirán siendo Casa Real.
- 10 DICIEMBRE 2011
Un comunicado del duque de Palma separa a la Casa Real de sus «actividades privadas». Al día siguiente, nombra abogado a Mario Pascual Vives.
- 12 DICIEMBRE 2011
La Zarzuela aparta a Urdangarín por su comportamiento «no ejemplar».

Bono: «No me gusta la orina del enfermo»
José Bono defendió ayer la presunción de inocencia del Duque de Palma, pero señaló que no le gusta «la orina del enfermo». En declaraciones a TVE, dijo que le «duele que se perjudique al Monarca porque no se lo merece» y añadió, en tono distendido: «Padres y hermanos parientes lejanos, imagínense el yerno por muy duque que sea». Zapatero, por su parte, confió en que «el Rey sabrá gestionar esta situación».