Murcia

Suicidio infantil por Idoia Arbillaga

La Razón
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Una niña de 10 años de EEUU se suicidó la semana pasada colgándose dentro de un armario, su hermana de 14 años la encontró ahorcada. ¿Cuál fue el motivo? Pues la presión que recibía en el colegio desde hacía años, insultos y humillaciones, por actitudes que al parecer han de ser exclusivas de los chicos, como el pelo corto y jugar al fútbol. En días anteriores a su suicidio, la niña suplicó a sus padres que le permitieran estudiar desde casa, una figura académica posible en este país, pero sus padres no se lo permitieron. El acoso escolar no es privativo de ningún país, pero me pregunto si en España, en los institutos, se acosa tanto a alguien por su condición sexual. Escribo desde mi experiencia como docente, y observo que cada vez más los niños ven con naturalidad que otros niños tengan gustos o estéticas asociadas al género contrario. Se acosa, pero las razones más habituales son otras (sin por ello desmerecer el sufrimiento de los niños que puedan estar siendo acosados por este motivo en nuestro país, que los hay). El problema de fondo es la educación, si enseñamos a nuestros hijos que el rosa es para niñas y el azul para niños –y así con todo lo demás, luego interpretarán que un chico de rosa es un «marica». Insólitamente seguimos sin inculcar la máxima de «vive y deja vivir». ¿Qué más les daría a los otros niños norteamericanos que la niña prefiera un corte de pelo o jugar al fútbol? Les da igual en el fondo, pero les han enseñado a odiar la diferencia. Éste, como tantos otros temas que repercuten en la evolución de los valores sociales, no depende de los actos de los hijos sino de los valores de sus padres. La educación lo es todo.