Córdoba
Más protección menos Unesco
Icomos y Adepa creen que el Consistorio realiza una «huida hacia adelante» al pedir que se incluyan nuevos monumentos al Patrimonio de la Humanidad ante su cuestionada política
SEVILLA- En medio de la deliberación sobre el futuro de la Torre Cajasol, el Estado y el Ayuntamiento lanzaron esta semana una propuesta que no convence a las asociaciones conservacionistas ni a organismos tan acreditados como Icomos. La idea de añadir las Atarazanas, la Torre del Oro y la Fábrica de Tabacos a la catalogación como Bien Cultural de la Unesco que ya ostentan el Alcázar, el Archivo de Indias y la Catedral, supone, según la Asociación para la Defensa del Patrimonio de Andalucía (Adepa), una «huida hacia adelante», mientras que el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, que recurre a la misma expresión, denuncia asimismo que se trata de un «brindis al sol» carente de una base técnica y analítica.
En declaraciones a LA RAZÓN de Sevilla, Víctor Fernández Salinas, miembro de la directiva nacional de Icomos, consideró que la capital andaluza debería seguir los pasos de Granada y Córdoba y plantear no sólo la incorporación de algunos de sus monumentos, sino de una «zona urbana» más extensa, que podría abarcar buena parte del casco histórico hispalense. «¿Por qué las Atarazanas sí y la Casa de la Moneda, por ejemplo, no? La decisión es fruto del desconocimiento», señaló, al tiempo que recordó el valor de otros espacios del «entramado urbano» del centro como el Ayuntamiento o el puerto histórico. Fernández Salinas mantuvo que «ya un informe de Icomos en 2003 resaltaba la conveniencia de ampliar la catalogación a una parte del centro; lo inteligente en este caso es seguir la senda de Córdoba y Granada». El catedrático lamentó el desconocimiento de los sevillanos hacia sus valores patrimoniales y el «recorrido errático y sin criterio» del Ayuntamiento a la hora de sacarle el máximo partido.
Por su parte, el presidente de Adepa, Joaquín Egea, aseguró que «es un contrasentido» reclamar que se incluya la Torre del Oro o las Atarazanas en la lista del Patrimonio de la Humanidad cuando buena parte del centro histórico «está desapareciendo o reconvirtiéndose». «¿Cómo se atreven a pedir la catalogación para dos monumentos y después dejan en ruinas otras joyas de la ciudad?», se preguntó. Egea recordó el abandono que pesa sobre el convento de San Agustín, el monasterio de San Jerónimo o las iglesias de San Lázaro y Santa Catalina. Al mismo tiempo, condenó que el Ayuntamiento reniegue de la Casa Museo de Murillo y recordó el impacto de las catenarias sobre los bienes culturales mundiales de Sevilla. «No tiene sentido todo esto», consideró y abogó por «hablar menos e invertir más en patrimonio».
El parque de María Luisa se cae del cartel
El objetivo del Ayuntamiento de Sevilla para el encuentro de la Unesco celebrado el año pasado en la capital andaluza era, inicialmente, proponer la inclusión del parque de María Luisa en el catálogo de Patrimonio Mundial. Este «globo sonda» lanzado por el alcalde en 2008 se desinfló rápidamente y el evento internacional pasó de largo sin que nadie se acordase de este entorno. La nueva petición municipal al Comité del Patrimonio Mundial no la incluye tampoco, algo que, para las asociaciones conservacionistas, demuestra la política «errática» que mantiene el Gobierno local en materia de patrimonio.
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